"El acusado fue condenado por golpear a los detenidos con los puños y con su arma en varias ocasiones, mientras estaban esposados y con los ojos vendados", recogió un comunicado del Ejército israelí.
Las fuerzas armadas aseguraron que los abusos fueron cometidos delante de otros militares, y que el condenado tenía en su teléfono grabaciones de las agresiones.
La condena implica la degradación del reservista al nivel de soldado raso.
"El tribunal militar dictaminó que las acciones del acusado fueron graves y serias, y que los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) tienen el deber de utilizar la fuerza que se les confía de acuerdo con los valores y órdenes de las FDI en todo momento, especialmente en tiempos de guerra", añadieron.
El reservista, cuyo nombre no trascendió, servía al Ejército en la prisión de Sde Teiman, que protagonizó el pasado julio uno de los mayores escándalos de las fuerzas armadas israelíes en los últimos meses cuando diez soldados fueron detenidos por abusar de los prisioneros palestinos, llegando incluso a sodomizarlos con objetos.
Las organizaciones en defensa de los presos palestinos y otros organismos pro derechos humanos denuncian desde hace meses, pero también desde antes del inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, las condiciones de los allí retenidos.
Entre los abusos, estos grupos suelen denunciar la privación de comida y agua, de asistencia médica y el uso de palizas y torturas por parte de los soldados.
El pasado 13 de enero, la Comisión de Asuntos de los Prisioneros y el Club de Prisioneros Palestinos denunciaron conjuntamente la muerte del preso Motaz Abu Zanid, de 35 años, en la prisión de Rimon.
Estos grupos alegaron que el fallecido no tenía problemas de salud antes de entrar a la cárcel, pero que esta se deterioró radicalmente durante su estadía en prisión: "La administración de prisiones deliberadamente retrasó su transferencia al hospital y le sometió a negligencias médicas hasta que cayó en un coma".
A principios de julio, el entonces ministro de Seguridad Nacional a cargo del sistema de prisiones, el antiárabe Itamar Ben Gvir, defendió reducir los derechos de los presos "al mínimo exigido por la ley", y aseguró que su objetivo era "empeorar las condiciones de los terroristas en las cárceles".