En su lugar, Tshisekedi envió a Dar es Salam, la capital económica de Tanzania, a su primera ministra, Judit Suminwa.
Sí que acudió al encuentro de alto nivel el presidente de Ruanda, Paul Kagame, a cuyo país la RDC culpa de avivar el conflicto al apoyar al grupo rebelde congoleño Movimiento 23 de Marzo (M23).
Queda así descartada la posibilidad de un encuentro en persona entre los dos mandatarios, después de que la portavoz de Tshisekedi, Tina Salama, se mostrara prudente sobre esa posibilidad en declaraciones a medios locales esta semana.
"Por el momento -afirmó Salama-, digamos que no está en la agenda. Veremos cómo evolucionan las cosas".
La cumbre, a la que precedió una reunión ministerial preparatoria este viernes, está encabezada por los presidentes de Kenia, William Ruto, y Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, quienes ejercen la presidencia rotatoria de la EAC y la SADC, respectivamente.
La reunión tendrá lugar después de que el M23 tomara el pasado 27 de enero Goma, estratégica capital de la provincia nororiental congoleña de Kivu del Norte, tras días de intensos combates con el Ejército de la RDC que han provocado casi 3.000 muertos y cientos de miles de desplazados, según las Naciones Unidas.
La ofensiva del M23 -grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- ha incrementado la tensión con la vecina Ruanda, ya que el Gobierno congoleño acusa a Kigali de apoyar al M23, un extremo que ha confirmado la ONU.
Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración también corroborada por la ONU.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte.
Desde entonces, avanzó por varios frentes hasta alcanzar Goma, capital de unos dos millones de habitantes donde tienen sede ONG internacionales e instituciones de la ONU.
No es la primera vez que el M23 ocupa Goma: los rebeldes ya capturaron la ciudad durante diez días en 2012, antes de que la presión internacional forzara su retirada.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco).