"Lo que tenemos antes nosotros se trata de una cuestión técnica y vamos a explicarlo (...) Somos los responsables y somos nosotros los que vamos a ilustrarles cómo vamos a salir de esta situación tan difícil", dijo este domingo en una rueda de prensa el ministro de Electricidad sudafricano, Kgosientsho Ramokgopa.
Según el ministro, las interrupciones se deben a la desconexión de múltiples generadores en las centrales de Majuba y Candem, pero se prevé que la situación se resuelva hacia el final de la próxima semana.
Ramokgopa se dirigió a la prensa después de que Eskom impusiera el sábado nuevos cortes de electricidad, tras solo 20 días de conexión sin interrupciones, una medida que este domingo fue elevada al nivel seis, solo dos números por debajo del máximo.
El nivel seis implica la interrupción de la electricidad una docena de veces en un periodo de cuatro días y durante hasta cuatro horas en cada corte, de manera rotativa por todo el territorio sudafricano.
"El nivel de mantenimiento planificado continuará y se mantendrá en proporciones aceptables. Esto nos ayudará a llegar a un punto en el que podamos eliminar el 'load shedding' en el menor tiempo posible", afirmó Ramokgopa.
Con el nombre de "load shedding" ("quitarse carga", en inglés) se conocen en Sudáfrica los apagones rotativos programados por las precarias condiciones de la red eléctrica, dependiente casi en su totalidad de la endeudada Eskom.
En abril de 2023, Sudáfrica puso fin al "estado nacional de desastre" declarado en febrero de ese año para hacer frente a la grave crisis energética que atravesaba el país, después de poner en marcha varias medidas, incluyendo el nombramiento de un ministro de la Electricidad.
Sin embargo, esas medidas, que buscaban impulsar la reparación de la red eléctrica e impulsar la inversión privada en el sector, no han logrado resolver el problema hasta el momento.
La corrupción, la deficiente planificación frente al aumento de la demanda energética, las averías por el mal estado de las anticuadas infraestructuras de Eskom y el impacto de la delincuencia (por ejemplo, por robo de equipamiento y cables) son algunos de los factores detrás de la crisis eléctrica del país.
La constante incertidumbre eléctrica supone un importante lastre para la economía más desarrollada de África, además de una gran fuente de malestar social.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha atribuido las crisis energética a la mala gestión y la corrupción en Eskom.