"De momento no vemos motivos para reanudar el diálogo con Europa", declaró el portavoz del Kremlin.
Peskov añadió: "Los europeos continúan por la vía ofensiva de las sanciones, por el camino del convencimiento sobre la necesidad de continuar la guerra".
Para el Kremlin este último paquete de sanciones va en dirección contraria a la postura tomada por parte de Estados Unidos y los pasos que está dando con Rusia para acordar el fin del conflicto en Ucrania.
"Esta convicción de los europeos contrasta mucho con la disposición para encontrar una solución al conflicto de Ucrania, que es de lo que nos estamos ocupando con los estadounidenses", declaró.
Este lunes la UE implementó el decimosexto paquete introducido desde el inicio de la guerra en Ucrania el 24 de febrero de 2022.
Esta nueva ampliación se dirige principalmente contra aquellas medidas adoptadas por Moscú para sortear las restricciones anteriores, por lo que muchas de ellas afectan a empresas de terceros países que exportaban e importaban productos en los que estaba interesada Rusia.
Entre ellas, están las dirigidas a sancionar la flota fantasma rusa, a través de la cual Rusia conseguía seguir exportando hidrocarburos.
Se ha prohibido el acceso a puertos y la prestación un gran número de servicios a 74 buques, lo que suma una lista de 153 petroleros no comunitarios sancionados.
Bruselas también sancionó a 53 compañías por estar directamente financiando el complejo militar ruso, entre ellas empresas rusas, turcas, chinas y de Asia central.
El acuerdo político de las sanciones se adoptó después de que la UE fuese excluida del proceso de negociación para la paz en Ucrania que inició Rusia y EEUU, pero su formalización se realizó simbólicamente hoy, tercer aniversario del inicio de la contienda.