El malestar estalló por tras la votación en la que 183 diputados apoyaron la anulación del acta de diputada de Elisa Scutellà, del populista progresista M5S, elegida en los comicios de 2022 por la circunscripción de la región de Calabria (sur) y que salió llorando después de los 127 votos en contra de su remoción no fueran suficientes.
En su lugar, la Cámara Baja proclamó diputado a Andrea Gentile, de la conservadora Forza Italia, integrante de la coalición de derechas liderada por la primera ministra, la ultraderechista Giorgia Meloni.
Gentile había presentado recurso para revisar los resultados en la circunscripción de Calabria en las elecciones generales de 2022, lo que llevó a la Junta Electoral a concluir que hubo irregularidades que afectaron el resultado final, tras lo que la Cámara ratificó en su votación la anulación del cargo de Scutellà y la entrega del escaño a Gentile.
"El voto popular ha sido distorsionado", condenó el líder del M5S y ex primer ministro, Giuseppe Conte, que calificó la anulación del cargo de Scutellà como "una herida" para la democracia que llevará "a generar desconfianza" entre la ciudadanía y los votantes de la región de Calabria.
Según Conte, los parlamentarios de la mayoría gubernamental usaron "artificios" para "arrebatar un escaño al Parlamento", y aseguró que tras ello la Justicia deberá abrir una investigación sobre ello.
Otras fuerzas de la oposición como el centro-izquierdista Partido Democrático (PD) -principal formación opositora- o la Alianza Verdes-Izquierda criticaron y se opusieron a anular el escaño de Scutellà.
"Los calabreses han votado. El Parlamento ha votado", dijo, por su parte, Antonio Tajani, líder de Forza Italia, vicepresidente en el Gobierno y ministro de Exteriores, que no quiso replicar a las críticas de Conte.
Estos hechos crearon fricciones a nivel político durante el resto del día, y los senadores del M5S se retiraron esta tarde en bloque del aula del Senado italiano como protesta, tras alegar que no se les dejó intervenir para denunciar lo sucedido en la Cámara de Diputados.
Alessandra Maiorino, senadora de M5S, dijo que su grupo se salió del aula al haber "un ambiente en que la democracia no existe, donde hay solo la ley del más fuerte", de "quién tiene el poder de apagar el micrófono" a los otros.
No es la primera vez que partidos opositores y críticos al Gobierno de Meloni acusan al Ejecutivo de llevar a cabo medidas que erosionan el equilibrio de poderes o socavan las bases de la democracia parlamentaria del país.