Entre 20.000 personas, según la Policía local, y 50.000, según la Plataforma en Defensa de la Ría de Arousa (PDRA), protestaron en la localidad de A Pobra do Caramiñal (costa atlántica) contra este proyecto por considerarlo altamente contaminante.
Fue una manifestación tanto en tierra como en el mar, con la intervención de 600 barcos, dos de ellos extranjeros, y también contra la reapertura de la mina de cobre del núcleo coruñés de Touro.
'El agua es nuestro futuro. Ni Altri ni mina. Defendamos nuestro modo de vida' fue el lema de la movilización contra la polémica planta.
El presidente de la PDRA, Xaquín Rubido, arremetió contra el gobierno regional de Galicia, del conservador Partido Popular, y lo acusó de no defender un futuro sostenible para Galicia.
El coordinador de la ONG ecologista Greenpeace en esta región, Manoel Santos, subrayó por su parte la "reacción social" contra la celulosa y la reapertura minera.
Altri, por medio de su filial Greenfiber, pidió en un comunicado menos "bulos" y "respeto" para su proyecto de producir fibras textiles "sostenibles" de celulosa, pues asegura estar sometido "a un escrutinio más exhaustivo a nivel ambiental" que otros.