El presidente de Polonia, Andrzej Duda, escribió en la plataforma X que el papa Francisco fue un "gran apóstol de la Misericordia que vio la respuesta a los desafíos del mundo moderno".
La Cancillería presidencial también recordó en un comunicado la asistencia del papa Francisco en julio de 2016 a la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia y la carta especial que dirigió a los polacos en noviembre de 2018 con motivo del centenario de la recuperación de la independencia de ese país.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, también publicó este lunes un texto en internet en el que destacó que el pontífice era "un hombre bueno, cálido y sensible" .
Prácticamente todos los miembros más destacados del Gobierno se unieron a las condolencias con mensajes similares, y por ejemplo el ministro de Defensa, Władysław Kosiniak-Kamysz, señaló que Francisco será recordado como "el primer jesuita que llegó a la Santa Sede", además de asegurar que "se preocupó por todas las personas, independientemente de su fe y origen" porque "abrió la Iglesia a nuevos tiempos respetando sus leyes inmutables".
El ministro de Asuntos Digitales, Krzysztof Gawkowsi,, también lamentó la pérdida del papa, al indicar que éste "quería cambiar la Iglesia y el Vaticano" y tuvo "el coraje de decir lo que otros ignoraron".
La noticia, anunciada por la oficina de prensa del Vaticano, ha conmovido profundamente a la sociedad polaca, que mantiene una fuerte tradición católica, aunque la proporción de personas en Polonia que se identifican como católicos romanos haya caído en el último censo nacional.
Según datos de la Agencia Estatal de Polonia (GUS) del censo de 2021, último hasta la fecha, 27,1 millones de polacos (71,3 % de la población) se identifican como seguidores de la Iglesia católica romana, una cifra inferior a los 33,7 millones (87,6% ) del censo realizado una década antes.
Las cifras reflejan otros hallazgos de los últimos años que muestran una disminución del apego a la Iglesia católica de Polonia, que se ha visto afectada por una serie de escándalos de abuso sexual infantil por parte del clero y ha enfrentado críticas por su apoyo a una impopular prohibición casi total del aborto.