El ataque se produjo después de un bombardeo israelí contra el mismo centro que mató al menos a 18 personas, confirmó ayer a EFE Jalil al Digran, portavoz del Hospital Mártires de Al Aqsa, que recibió los cadáveres.
Según Wafa, los muertos en el primer ataque ascienden ya a 20. Entre ambos ataques, al menos 30 personas han perdido la vida en el centro, que como muchas escuelas de Gaza sirve ahora para acoger a palestinos desplazados por la guerra.
Entre los fallecidos hay varios menores y mujeres, según Al Digran.
El Ejército israelí, de momento, no se ha pronunciado sobre los ataques, aunque en el pasado ha defendido bombardeos similares asegurando que los centros servían de escondite a milicianos de Hamás.
Desde que Israel lanzó su ofensiva contra la Franja de Gaza, en represalia por el ataque de Hamás contra su territorio el 7 de octubre de 2023, más de 52.600 palestinos han muerto en el enclave por los incesantes ataques de las fuerzas armadas israelíes, según el recuento del Ministerio de Sanidad gazatí.