Este encuentro además se produce en medio de los preparativos para su 90 cumpleaños el domingo en su hogar en el exilio, la ciudad india de Dharamshala.
Un total de 115 líderes —incluyendo lamas, tulkus (maestros reencarnados) y representantes de monasterios— han participado en las deliberaciones a puerta cerrada desde el pasado miércoles en la pequeña capital del exilio tibetano, enclavada en las faldas del Himalaya.
En la reunión están representadas las cuatro escuelas principales del budismo tibetano (Nyingma, Kagyu, Sakya y Gelug), la tradición prebudista Bon y otras comunidades, mostrando una imagen de unidad.
En la tradición del budismo tibetano, un "lama" es un maestro espiritual altamente respetado, un título que se obtiene tras años de estudio y meditación.
Un "tulku", como el propio dalai lama, es un maestro que además es reconocido como la reencarnación de un gran practicante del pasado, otorgándole una autoridad espiritual excepcional.
El encuentro se produce apenas dos días antes de que el actual líder espiritual, Tenzin Gyatso, cumpla 90 años, y dos días después de que éste comunicara su plan de sucesión.
Su avanzada edad ha añadido un sentido de urgencia a la necesidad de establecer una hoja de ruta clara para la elección de su reencarnación.
El objetivo principal de la reunión ha sido debatir cómo blindar el proceso de sucesión de la injerencia de China, cuyo gobierno comunista insiste en que tiene la autoridad para nombrar al próximo dalái lama, una afirmación que los tibetanos consideran una maniobra política para controlar el Tíbet.