"Air India anunció hoy la restauración parcial de los horarios que se redujeron conforme a su 'Pausa de Seguridad', adoptada tras el trágico accidente del AI171 el 12 de junio de 2025", indicó la noche del martes la aerolínea en un comunicado.
La restauración parcial de sus vuelos internacionales se efectuará a partir del 1 de agosto y la compañía prevé restablecer por completo su red a partir del 1 de octubre.
Entre los cambios, Air India operará tres vuelos semanales entre Ahmedabad y Londres-Heathrow, la ruta del avión siniestrado, del 1 de agosto al 30 de septiembre, en sustitución de los cinco que conectaban con Gatwick.
Según indica la aerolínea, durante este periodo de pausa realizaron controles adicionales a sus aviones Boeing 787, además de adaptar operaciones con el cierre del espacio aéreo sobre Pakistán y Oriente Medio.
Un Boeing 787 Dreamliner con destino a Londres que había despegado desde Ahmedabad, al oeste del país, comenzó a perder empuje poco después del despegue y se estrelló, causando la muerte de 241 de las 242 personas a bordo, además de 19 víctimas en tierra.
Como consecuencia, Air India redujo varias rutas internacionales, incluidas frecuencias a Europa, Estados Unidos y Asia-Pacífico.
En una nota interna enviada el lunes a sus empleados, el consejero delegado de Air India, Campbell Wilson, pidió "evitar llegar a conclusiones prematuras" y aseguró que la investigación inicial "confirma que no hubo problemas con el combustible, el mantenimiento, ni ningún fallo técnico o mecánico".
El mensaje contribuyó a calmar a los mercados y a socios clave como Boeing, cuyas acciones subieron tras conocerse que el informe preliminar no parecía apuntar a un fallo de diseño.
La Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos (AAIB) subrayó que todas las tareas obligatorias de mantenimiento estaban al día, aunque señaló que la aerolínea no realizó inspecciones recomendadas por el regulador estadounidense (FAA) en 2018 sobre el mecanismo de los interruptores de combustible, el sistema que presuntamente falló tras el despegue.
La matriz de la aerolínea, el conglomerado Tata, trata de contener el daño reputacional mientras continúa la investigación oficial, previsto en el plazo de un año.