En una rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, instó a los países europeos pertinentes a “adherirse al ‘principio de una sola China’ y adoptar medidas efectivas para impedir que los separatistas que buscan la independencia de Taiwán realicen visitas”.
China, que considera a Taiwán como una “provincia rebelde”, sostiene el “principio de una sola China” como eje central de su política exterior: que la República Popular es la única representante legítima de China en el mundo y que Taiwán forma parte de su territorio.
Sin embargo, muchos países, entre ellos los europeos, aplican la “política de una sola China”, que reconoce a la República Popular como único gobierno de China en el plano internacional, pero evita pronunciarse sobre la soberanía o el estatus jurídico definitivo de Taiwán.
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Durante su comparecencia, Lin también insistió en que “Taiwán es una parte inalienable del territorio chino” y que Pekín “se opone firmemente a cualquier forma de intercambio oficial” entre países que mantienen relaciones diplomáticas con China y autoridades de la isla.
También advirtió a Taipéi de que “buscar la independencia es un callejón sin salida” y que cualquier intento de crear “dos Chinas” está destinado al fracaso.
Estas declaraciones llegan un día después de que el canciller taiwanés llegara a la República Checa, donde este jueves asistió a un acto en el Museo Nacional de Praga acompañado por altas autoridades del país, en medio de una visita más amplia por la región.
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En paralelo, Wang Yi inició este viernes una gira por Austria, Eslovenia y Polonia que se prolongará hasta el 17 de septiembre.