En declaraciones a la prensa durante una ronda con las fuerzas del orden al sur de París, Retailleau indicó que hubo "intento de bloqueos" en la capital y en los alrededores, y citó un garaje d autobuses urbanos así como "un intento de sabotaje en una red de agua" en Bretaña.
Advirtió que la consigna que ha dado a policías y gendarmes es "que vayan al contacto" desde el momento en que haya ataques contra los bienes y contra las personas.
Los servicios de información de la policía han calculado que en las manifestaciones que se han convocado por todo el país podrían participar hasta 900.000 personas. Retailleau ha movilizado a 90.000 policías y gendarmes para mantener el orden.
Los paros se han hecho desde primera hora de la mañana sobre todo en los transportes, con redes urbanas que funcionan a medio gas en muchas grandes ciudades, y en particular en París, donde la entidad del transporte metropolitano RATP ha avanzado que sólo funcionarán normalmente 3 de las 16 líneas del metro, las automáticas que circulan sin conductores.
El resto circulará de forma muy irregular, sobre todo fuera de las horas punta y la situación también se verá muy afectada en las cercanías del área metropolitana de París.
En los ferrocarriles, se mantienen el 90 % de los trenes e alta velocidad (TGV) y únicamente van a circular la mitad de los intercities y el 60 % de los regionales, de media.
La huelga tiene un impacto muy notable en la educación, donde según los sindicatos un tercio de los enseñantes tiene intención de sumarse a la convocatoria.
La de hoy es una convocatoria conjunta de los ocho sindicatos representativos de Francia, a diferencia de la del día 10 que tuvo un origen difuso y se propagó con el lema 'bloqueemos todo' por las redes sociales.
Las centrales exigen que el nuevo primer ministro, Sébastien Lecornu, una personalidad muy próxima al presidente francés, Emmanuel Macron, abandone el proyecto de presupuestos de su predecesor, que han descalificado por ser "de una brutalidad sin precedentes", y que preveía un recorte del déficit el año próximo de casi 44.000 millones de euros.
Frente a ese proyecto, que incluía la congelación de prestaciones sociales y del salario de los funcionarios, recortes en algunos servicios públicos y la supresión de dos días festivos, pide al nuevo Ejecutivo que "abra sin tardar discusiones sobre (sus) reivindicaciones".
En su lista, consideran indispensable la "revalorización de las remuneraciones, la mejora de las carreras, la mejora de las condiciones de empleo y la igualdad entre mujeres y hombres".