Por su parte, los servicios de emergencias informaron de que fueron atendidas otras 29 personas.
En un comunicado, la SSC indicó que los policías fueron trasladados a distintos hospitales y que "la mayoría podrían ser dados de alta en las próximas horas y solo tres de ellos se reportan delicados".
Este jueves centenares de manifestantes embozados encabezaron las acciones violentas, entre ellas ataques a la policía, en el Zócalo de la Ciudad de México, que opacó el mitin conmemorativo.
Con la protesta -apenas iniciada a las 16.00 hora local (22.00 GMT) en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco con destino al Zócalo, la plaza más grande de México- los disturbios arrancaron con pintadas, saqueos en tiendas departamentales, de las cuales se extrajo comida, botes de pintura, aerosoles y objetos que posteriormente fueron usados contra la policía y periodistas.
En el Zócalo la protesta se dividió en dos: los manifestantes que querían llevarla a cabo de manera pacífica y otro grupo que lanzó piedras, petardos, bombas molotov y cubetas de pintura a la policía.
Este grupo, que se enfrentó a las autoridades durante unos noventa minutos, usaron lanzallamas caseros, que provocaron daños a los uniformes de los agentes policiales que rodeaban tiendas departamentales, así como joyerías, para evitar el saqueo y las pintadas a los edificios del centro histórico de la capital.
Los policías respondieron a las agresiones con químico de extintores, aunque muchos fueron despojados de sus escudos y cascos por parte de los manifestantes, quienes además intentaron quemarlos y atacarlos con piedras y martillos.
Decenas de tiendas departamentales fueron afectadas por saqueos, pintadas o el destrozos de las instalaciones.
Tras los hechos, el jefe de la policía de Ciudad de México, Pablo Vázquez, señaló, en un primer momento, que había civiles y policías heridos sin indicar el número de lesionados.
Precisó que la protesta contó con la vigilancia de 500 policías que "acompañaron esta marcha para contener y encauzar a los manifestantes (...) portaron solamente equipo de protección personal compuesto por escudo, casco, rodilleras y coderas, así como algunos extintores para evitar posibles conatos de incendio que pusieran en riesgo a los participantes".
Vázquez explicó que "un grupo de encapuchados que portaban piedras, palos y otros objetos peligrosos se tornaron violentos y agredieron a los policías que acompañaban la marcha", por lo que fue necesario reforzar la presencia policial con 1.000 agentes adicionales, llegando a un total de 1.500 policías.
También dijo que ya se trabaja en la identificación de las personas que cometieron delitos durante la manifestación y se abrió una investigación con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
El choque entre los encapuchados y los policías es considerado uno de los más violentos en los últimos años, el cual se enmarca en el aniversario de la masacre estudiantil de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968, donde fueron asesinados más de 300 estudiantes y otros cientos desaparecidos, según organizaciones civiles, aunque las autoridades sólo reportaron 37 decesos.