Según el parte castrense, 34 de los 40 aparatos no tripulados que fueron interceptados y destruidos en las proximidades de la capital rusa se dirigían hacia Moscú.
Además de la región capitalina, las más atacadas la pasada noche fueron las de Briansk, Kaluga, Tula y Kursk, donde fueron derribados 47, 42, 32 y 10 drones, respectivamente.
En la región de Kaluga, según escribió en Telegram su gobernador, Vladislav Shapshá, el ataque ucraniano causó daños en cinco viviendas, sin que se produjeran víctimas.
El mando militar ruso indicó que en las restantes ocho regiones del país atacadas la pasada noche fueron derribados un total de 22 drones.
Por disposición de las autoridades rusas ochos aeropuertos, incluidos dos de Moscú -Domodiédovo y Zhukovski-, suspendieron temporalmente sus operaciones para garantizar la seguridad de los vuelos.
Los ataques ucranianos se intensificaron después de que la semana pasada se cancelara la cumbre de Budapest entre los presidentes ruso, Vladímir Putin, y estadounidense, Donald Trump, tras lo que éste adoptó las primeras sanciones contra Moscú de su segundo mandato.
En los último cinco días, de acuerdo con los partes del mando militar ruso, la defensas antiaéreas han derribado 675 drones de ala fija ucranianos sobre el territorio del país.