"Kamel Idris calificó el bombardeo de una guardería y un hospital en la localidad de Kologi, en el estado de Kordofán Sur, perpetrado por las FAR como un acto bárbaro y salvaje", señaló en un comunicado la oficina de prensa del primer ministro.
Idris sostuvo que el ataque "constituye un crimen de guerra en toda regla y confirma que la milicia cumple todos los criterios para ser clasificada como organización terrorista que ataca a civiles, incluso a niños de preescolar".
Este sábado, el Gobierno del estado de Kordofán del Sur elevó el número de muertos a 114 y los heridos a 71 tras el ataque de los paramilitares este jueves con drones contra una guardería y varias instalaciones civiles en la ciudad de Kalogi.
En un comunicado, explicó que el aumento se debió a la gravedad de algunas de las heridas, que provocaron la muerte, y también a que algunas familias evitaron llevar a sus familiares heridos al hospital, que también fue blanco del ataque.
El primer ministro sudanés hizo un llamamiento a las organizaciones internacionales y de derechos humanos para que "condenen este incidente atroz, sin precedentes e inhumano, perpetrado por la milicia rebelde y quienes la apoyan, financian y entrenan".
Los ataques en Kordofán se han intensificado en los últimos meses, donde el Ejército sudanés controla la mayor parte de dos de los tres estados de la región: Kordofán del Norte y Korfodán del Sur, mientras que las FAR y su aliado SPLM-N tienen presencia casi en la totalidad de Kordofán Occidental.
La guerra en Sudán ha provocado la muerte de decenas de miles de personas y ha convertido al país en escenario de la peor crisis humanitaria del planeta, con más de trece millones de desplazados internos y externos e inseguridad alimentaria aguda que sufre más de la mitad de la población, según la ONU.