"Como resultado de la operación del GUR del Ministerio de Defensa de Ucrania, llevada a cabo directamente por un representante del movimiento de resistencia al régimen criminal ruso, ambos aviones militares del agresor quedaron inoperativos", indica la inteligencia ucraniana en un comunicado.
Precisa que el valor total aproximado de los dos cazas dañados, utilizados por Rusia en su guerra de agresión contra Rusia, puede ascender a 100 millones de dólares.
"Los Su-27 y Su-30 con los números de matrícula "12" y "82" pudieron ser destruidos gracias a una preparación minuciosa, sangre fría y profesionalidad", añade.
La planificación de la operación especial en el aeródromo cerca de Lípetsk llevó dos semanas.
Según el GUR, el estudio de la ruta de patrulla y del horario de turnos permitió la infiltración sigilosa en las instalaciones militares rusas, atacar los cazas rusos directamente en el hangar de protección de los aviones y, a continuación, abandonar el aeródromo sin obstáculos.