"Este reconocimiento constituye una violación de la soberanía e integridad territorial de la República Federal de Somalia y una amenaza directa a la paz en el Cuerno de África”, indicó en un comunicado del Ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica.
La nota, a horas de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el asunto, subrayó el respaldo surafricano al principio del derecho internacional a la inviolabilidad de las fronteras heredadas como salvaguardia para evitar conflictos.
"Distinguimos inequívocamente entre descolonización y secesión. La primera restaura la soberanía; la segunda la desmantela", señalaron.
El Gobierno del presidente Cyril Ramaphosa advirtió de que el reconocimiento de Somalilandia por parte de Israel "valida la fragmentación" de los Estados africanos y "corre el riesgo de generar un efecto dominó de inestabilidad".
El reconocimiento israelí a Somalilandia el viernes pasado generó rechazo internacional de actores como China, que expresó su "firme oposición", y de Irán, que lo calificó de "nfundado y carente de sentido" así como de una maniobra para desestabilizar amplias zonas de la región, desde el Cuerno de África hasta Asia Occidental y el mar Rojo.
Esas reacciones se produjeron después de que La Liga Árabe -formada por 22 países, incluida Somalia- afirmase el domingo que el reconocimiento constituye un "atentado" contra la seguridad regional, e instó a aplicar a Israel "medidas jurídicas, económicas, políticas y diplomáticas".
La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, indicó que la decisión se inscribe en el espíritu de los Acuerdos de Abraham, pactos de normalización firmados en 2020 entre Israel, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, por mediación de EE.UU., a los que luego se sumaron Sudán y Marruecos.
La decisión de Israel, primer país del mundo que da ese paso, se ha topado con un amplio rechazo internacional, especialmente de África y el mundo islámico, pero también de la Unión Europea (UE).
Somalilandia, protectorado británico hasta 1960, no está reconocida internacionalmente, aunque tiene constitución, moneda y gobierno propios, e incluso un mejor desarrollo económico y mayor estabilidad política que Somalia hasta ahora.
La región declaró su separación de Somalia, excolonia italiana, en 1991, tras el derrocamiento del dictador Mohamed Siad Barre, desde entonces ambas partes han impulsado sin éxito varios intentos de diálogo sobre la independencia de la región.
Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde el derrocamiento de Barre, lo que dejó al país sin un Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, como Al Shabab, y señores de la guerra.