Rebelo, que se ha distanciado de Lula y ha pasado a defender algunas tesis del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, anunció este lunes, en una entrevista con el diario O Estado de S. Paulo, que disputará la Presidencia con el partido Democracia Cristiana.
Afirmó que su programa girará en torno a cuatro erres: retomar el crecimiento, reducir las desigualdades, revalorizar la democracia y reconstruir la agenda de defensa nacional.
También arremetió duramente contra los organismos públicos que persiguen los delitos medioambientales, postura que también promovió Bolsonaro, condenado a 27 años de cárcel por intento de golpe de Estado, mientras estuvo en el poder (2019-2022).
En su opinión, las agencias medioambientales son "responsables de parar el país, con la complicidad" de Lula, frente a lo cual propone "remover esos obstáculos" para impulsar la economía.
Rebelo tiene una dilatada carrera política. Militante del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) durante cuatro décadas, fue diputado federal, presidente de la Cámara Baja y ministro de Asuntos Institucionales en el primer mandato de Lula (2003-2006).
Luego ocupó las carteras de Deporte, Ciencia y Tecnología, y Defensa con Dilma Rousseff, sucesora de Lula.
En 2017, se desvinculó del Partido Comunista e inició un periplo por una serie de partidos, cada vez más escorados a la derecha.
Rebelo se une así a la lista de futuros candidatos que pretenden enfrentarse a Lula, actualmente en su tercer mandato y líder en todos los sondeos, cuando falta menos de un año para las elecciones de octubre de 2026.
Mientras que las opciones de la izquierda pasan por Lula, la derecha se encuentra dividida entre varios nombres.
Algunos de ellos son el senador Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del líder de la extrema derecha, y los gobernadores de Minas Gerais, Romeu Zema; de Goiás, Ronaldo Caiado; y de Paraná, Carlos Roberto Massa, conocido como Ratinho Jr.
El expresidente Jair Bolsonaro está inhabilitado por abusos de poder en la campaña de 2022 y por la condena de 27 años de prisión que le impuso la Corte Suprema por "liderar" una trama golpista tras perder esos comicios de 2022 frente a Lula.