Así lo manifestó MSF en un comunicado enviado a EFE después de que el Ministerio de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo anunciara que vetará en enero de 2026 a oenegés que operan en Gaza, entre ellas la propia Médicos Sin Fronteras, al considerar que empleados de esas organizaciones "estuvieron involucrados en actividades terroristas".
La organización médica aseguró que, a 30 de diciembre, no ha recibido ninguna comunicación y enfatizó que, si se le impide operar en la Franja de Gaza, ello tendría consecuencias "devastadoras" para los palestinos, puesto que MSF se encarga de alrededor del 20 % de las camas de hospital del territorio y colabora en uno de cada tres partos que se producen allí.
"Estamos buscando urgentemente soluciones para poder seguir prestando servicios a los palestinos en Gaza y en Cisjordania", añadió Médicos Sin Fronteras.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo comunicó la decisión de vetar a algunas organizaciones, fruto de una regulación ampliamente criticada por las ONG por la cual Israel les pedía información pormenorizada de sus trabajadores.
El ministerio informa de que un 15 % de las organizaciones -las afectadas por el veto, aunque no detalla cuántas- no entregaron a las autoridades israelíes "información completa y verificable sobre sus empleados", y acusa a MSF de que "personas afiliadas" a esta ONG estaban vinculadas a organizaciones islamistas palestinas "como la Yihad Islámica y Hamás".