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Según la Oficina de Derechos Humanos de la organización, en los últimos dos meses, más de 150 hombres han sido arrestados en Aceh (territorio al norte de la isla de Sumatra), así como en Yakarta, la capital del país, y Surabaya, la segunda ciudad más poblada, por mantener relaciones sexuales consensuales con otros hombres.
Una buena parte de los detenidos fueron liberados en un plazo relativamente corto, pero algunos fueron acusados en el marco de la ley contra la pornografía.
“Los hombres arrestados fueron víctimas de humillaciones públicas y estigmatizados. En algunos casos, sus nombres, fotos y vídeos fueron entregados a los medios de comunicación”, lamentó el portavoz de la Oficina de Derechos Humanos, Rupert Colville.
Asimismo, hubo casos en los que los detenidos fueron sometidos a la fuerza al test de sida y dos hombres arrestados en Aceh fueron públicamente golpeados con bastones tras ser juzgados por tribunales que aplican la ley islámica (sharia).
Según la ONU, estos incidentes tienen como telón de fondo ataques violentos contra lesbianas, bisexuales o personas transgénero en Indonesia.
A esto se suman “discursos de odio” que se han diseminado a través de la prensa y por parte de algunos grupos religiosos. “Las actitudes hacia lesbianas, gays, bisexuales y transgénero pueden variar de país a país, pero los estándares de derechos humanos son invariables. El derecho internacional es claro: todas las personas, sin excepción, tienen derecho a la protección de sus derechos humanos”, declaró Colville.
Sostuvo que la detención de personas debido a su orientación sexual o identidad de género es “por definición arbitraria”. En nombre de la ONU, el portavoz pidió a las autoridades indonesias la liberación de todos los individuos detenidos en esas circunstancias.