Muchísimas mascotas deambulan por la calle por distintas razones: se escapan estando en celo, se las abandona, si son cachorros se alejan correteando. Lejos de su casa, los destinos son inciertos, accidentes, apropiaciones y ya tenemos los nefastos secuestros para pedir rescate, además del robo premeditado de perros de raza para explotarlos en la cruza hasta la última gota de salud. Tal vez a los grandes como Pirata también los vendan a estancias del interior, donde nadie se preguntará de dónde vinieron, salvo que alguien las reconociera como extraviadas o robadas. Contamos este caso también para apoyar a otros en la misma situación, a modo de sumar nuestro granito de arena en la labranza de valores y conciencia respecto a la desaparición de mascotas.
El caso “Pirata” se ha instalado como notable causa entre los amantes de las mascotas y grupos de rescate, mucha gente está atenta y ofrece su ayuda para encontrar al perro. Esta identificación, de cada vez más personas con la búsqueda, tiene raíces en la comunicación sensible y sincera que Oscar supo aplicar en las páginas de internet, escribiendo varias cartas para su amigo, como esta que dice así:
“Querido Pirata…aquí estoy escribiéndote y pensando cuánto estarás sufriendo estés donde estés. Cuando llegaste a casa te recibí con la alegría y el amor que sentimos los unos por los otros. Enseguida me adoptaste como tu mascota y me diste mucho amor y llenaste la casa de ruidos, de pelos, ensuciaste con tus patotas tantas veces el piso!!! Pero nos llenaste de cariño. Hoy todo es silencio, como cuando se muere alguien. La casa vacía y el piso ya no tiene pelos, pero en nuestros corazones dejaste un amor y una dulzura difícil de olvidar. Hoy es el tercer lunes sin vos, y quién sabe si un día volverás a alegrar nuestras vidas. Podrán venir otros perritos, pero vos estarás en el más alto lugar de los recuerdos. Donde estés, estoy a tu lado”.
Para Oscar, escribir genera siempre frutos buenos. “Si algo tengo que agradecer es que gracias al tema de Pirata me hice de muchísimos amigos paraguayos, gente que da esperanzas, ánimo, presta a compartir cualquier información. Una señora -a quien no conozco- me llamó porque vio el cartel con la foto de Pirata, y me dijo que su hijito lloraba porque quería salir a buscarlo. También me comentaron que hay una escuelita en Fernando donde hay muchos niños que quieren saber de Pirata”
MÚSICO, MARINO Y COCINERO
Oscar es uruguayo, vive hace 41 años en Paraguay, “vine detrás del aroma de una mujer”, dice galante. Esa paraguaya es su esposa, Gladys Zorrilla, madre de sus dos hijos. “Mi señora es la que le cocinaba a Pirata -recuerda-, tarea nada fácil, él comía una olla de 5 litros”. A Oscar le gusta compartir lo que conoce; tiene una página en Facebook, 50 mil seguidores, llamada Cocina sana para diabéticos, donde comparte recetas e info relacionada. “Yo soy diabético light, lo llevo muy bien, también soy cardíaco y un montón de cosas que me van acortando el final”.
Llegó a Paraguay cuando el auge de Itaipú, “había dinero, monté un barcito en la zona del puerto, pero después que mataron a Somoza, tuve que cerrar. Otro tiempo trabajé como cocinero del embajador de Uruguay”, cuenta. Marino de profesión, navegó por océanos con la marina mercante uruguaya, hasta que ancló por amor. Habilidoso, hizo su casa en Fdo. De la Mora, “tiene todas las comodidades, la hice entera, hasta los muebles; nunca me consideré pobre, solo que no tengo plata”, apunta con franqueza. De joven, hizo algo de periodismo, tuvo sus programas de radio en Montevideo. Hombre práctico, con antecedentes de bohemio, su pasión primera fue la música. Estudió en el Conservatorio Nacional, y en el Municipal en Uruguay, trombón, bombardino y turba, “también toco la guitarra, todavía tengo una acá en casa. Lamentablemente como músico te morís de hambre. Me hubiera gustado morir sobre un escenario”
UN PIRATA BIEN PARAGUAYO
“Siempre amé a los perros, antes tenía a Tarzán, bravísimo, una mezcla de rottweiler y boxer. Después llegó Pirata, se lo regalaron a mi hijo, un criador de Pitbulls lo descartó porque no salió puro (algún otro perro se avivó y se coló por la muralla del criadero para cruzarse con la hembra). Así llegó a esta casa. Le puse ‘Pirata’ al verlo.
El se adueñó de todo, de un sofá de 3 cuerpos, del patio, de nuestro tiempo, atención y corazón. Y nadie pudo decirle que no. Teníamos ya dos perritas Yorkshire: Cachi que hoy tiene 12 años y Mila. Mila murió cuando Pirata ya estaba, me llamó la atención cómo él se acostaba encima del lugar donde la enterramos y lloraba. Ahí me di cuenta de que era un perro muy especial”, recuerda Oscar.
-¿Cómo se perdió?
Yo estaba arreglando una pérdida de agua adelante de mi casa, controlando también los caños de la vereda. Por eso tenía el portón chico abierto, porque estaba ahí, trabajando. El nunca salía, si yo abría el portón grande, corría para atrás. Pero ese día salió por el portón chico. Todo fue muy silencioso, ni un solo perro ladró en la cuadra. Recién a las 2 horas nos dimos cuenta, cuando mi señora lo llamó para comer.
-¿Nunca salía solo?
Nunca, lo sacábamos con correa, pero era un problema porque otros perros venían a atacarlo y él peleaba, es enorme, 60 kilos pesa. Ese fue mi error, no enseñarle a saber regresar a casa, pero como te digo no era fácil manejarlo y yo tenía miedo de que le hiciera daño a otros perros.
-¿Cómo reaccionaron al ver que no estaba?
Mi hijo salió enseguida y lo buscó por horas, pero nada. Entonces publiqué en las páginas de mascotas de Facebook.
-¿Nadie te dio siquiera una pista? Era un perro vistoso, bien cuidado
Lo único que tuvimos fue, después de 4 días, el post de una chica que lo fotografió retenido en Fernando de la Mora, en un instituto de formación profesional, posteando que parecía estar perdido. Fuimos hasta el lugar, pero cuando llegamos ya no estaba. Ahí nos dieron muchas explicaciones -confusas- que se puso inquieto y lo soltaron. Le dije a mi hijo “vamos, no está más acá”. Me pregunto entre tantas otras cosas, ¿se habrá decidido ahí el destino de mi amigo?
-¿Creés que alguien lo tiene?
Da esa impresión. O si no, ¿dónde está? La pérdida de Pirata se sigue posteando, miles de personas vieron la publicación, si lo hubieran atropellado o alguna familia lo hubiera retenido por extraviado, ya se hubiera reportado.
-¿Te llama la gente, aporta algún dato?
Llaman, pero sin nada concreto. Algunos tienen buena intención y me dicen “está en tal parte”, cuando voy a ver ni se parece a Pirata. Solo una vez fui a ver uno, casi me dio un infarto, igualito…y después veo que era perra.
-Mucha gente condena al dueño cuando un perro se pierde
Sí, les doy la razón, fue mi culpa, pero no por negligencia, sino por un descuido. Pero también le digo a esa gente, ¿nunca se les derramó la leche (al hervir) por un segundo de distracción? Las cosas pueden suceder muy rápido.
-También dicen que pagarían lo que sea por su mascota
¡Yo también!, hasta pondría un detective si pudiera, pero no tengo plata, vivo de mi jubilación. Apelo a la solidaridad y bondad de las personas, aunque sé que hay de todo; una vez me dijo una chica: “¿Pero qué significa que me vas a dar una gratificación? ¿solo las gracias?” Así estamos hoy. Por suerte hay otros que sí aman a los animales y quieren que esté con su familia. Por Pirata me han llamado tantos, incluyendo la Sra. Maris Llorens, quien muy amablemente me ofreció su ayuda.
-¿Cómo sigue la vida sin tu amigo?
Con un gran vacío, angustia de saber si está bien, si no tiene hambre, frío, si no está lastimado. Siempre le decía a mi esposa cuando veíamos en la tele avisos de perros perdidos “qué nunca le pase a Pirata, porque él no se despega de nosotros”, y pasó. Nada es igual sin él, ya no hay ruidos ni pelos en la casa, su sillón está vacío, no está la olla hirviendo en la cocina, ni mi señora lo reta porque ensucia el piso con sus patotas. Cuando salgo y vuelvo, no está más esperándome en el portón…
-Estás muy sentido y se nota
Qué querés que te diga… yo le sigo hablando. A veces me pregunto si me estoy volviendo loco. Le escribo para poder dormir tranquilo; puede que sean cosas de viejo. Yo tengo muchas patologías, y cuando me sentía adolorido lo abrazaba y me aliviaba, jugaba o conversábamos. Mirábamos partidos de fútbol en la tele. El me estiraba la frazada a las 6 de la mañana para que me levante. Sabés, le encanta la chipa, es bien paraguayo.
-A partir de esta dolorosa experiencia, ¿qué te gustaría que cambie?
Ojalá hubiera más compromiso para todos los casos de parte de los medios masivos, a mí solo me lo pasaron una vez en la televisión; y también que la gente cuide a sus perros, hay tantos perritos vagando en las calles.
-¿Cómo transformamos la mentalidad?
Con acciones, yo formé el grupo Buscando a Pirata y otras mascotas en Facebook. Los animales son los que nos eligen a nosotros, y vivimos con ellos día a día. Yo siento por él lo que dice esa canción de Chino Clavijo: “No quiero lastimarte niño mío/ no quiero y a veces lo precisas/si lo hago yo mismo me castigo”. Simbólico, porque le retaba y él se hacía pipí, jamás le levanté la mano. Le hablaba como a una persona. Y era mi vigilante, el Argos (gigante mitológico de cien ojos) que cuidaba la casa de punta a punta. Lo sigo viendo sentado en su sillón, en serio. Lo esperaré cantando o llorando… mejor cantando, tengo esperanzas, a veces pocas. No soy creyente, pero hasta le pedí a San Roque como me dijeron…
-¿Qué planes tenés?
No tengo, solo seguir buscando como se busca una aguja en un pajar. Y seguir ayudando a otros a encontrar a sus perros. Espero que un día alguien me llame para darme la mejor noticia. Mientras, voy a seguir llamando a Pirata con mis pensamientos, sé que él los siente, también nos comunicábamos así, “voy a invitarle esta chipa a Pirata”, pensaba yo, y él ya estaba viniendo sin que lo llamara.
-76 años son buena etapa para disfrutar de un amigo fiel
En la marina, cuando atravesás un océano y pasa algo se llama “punto de no retorno”, así estoy yo, con mis años y dolencias en un punto de no retorno. La vida es muy cara y no nos permite cumplir todos nuestros sueños, pero sí soñar, así que sueño con una casita en la playa para descansar y, con las fuerzas que me quedan, que mi Pirata pronto vuelva a casa.
* Pirata se perdió el 8 de julio del 2019, en zona Norte de Fernando de la Mora, inmediaciones de Senadis y supermercado Los Jardines.
Cualquier información a: (0985) 610-969/ (0986) 529-289 y (0986) 166-947
lperalta@abc.com.py