El fiscal Francisco Torres detalló que Ramírez, ya liberado, comentó lo que fue el día de ayer desde el inicio. Acosta Enciso se comunicó con él vía Whatsapp para que lo busquen y le pidió que lo lleve hasta una ferretería, donde debían comprar elementos de pintura.
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Fueron hasta el centro de Luque, por indicación de la víctima, quien al llegar a destino le dio G. 200.000 para que haga las compras mientras lo esperaba en el auto. Mientras esperaba por ser atendido en la ferretería fue que ocurrió el atentado.
Ramírez mencionó un dato clave: justo al buscar a su patrón notó que un automóvil pasó cerca de ellos a muy baja velocidad, pero no le dio mucha importancia. Cuando los investigadores le enseñaron las imágenes de circuito cerrado, notó el mismo vehículo en inmediaciones de la escena del crimen, lo que apunta a que fue el que transportó al sicario.
Además dijo que no tenía conocimiento de amenaza alguna, ya que describió a su patrón como muy cauto.