En declaraciones a la prensa la diputada Amarilla manifestó que ya identificó a las personas que pidieron que se la despoje de su banca en la Cámara Baja. Mencionó que los firmantes de la nota presentada en el Congreso son miembros de comités del Partido Liberal pero que ninguno pertenece a un comité de importancia.
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“Dos de ellos son liberales del Comité 33 y el otro del 37 (…) la mamá de Juan Samaniego, que es uno de los que firman, es funcionaria del Senado. El papá es otro de los firmantes”, afirmó.
La diputada aseguró que “es gente con muy poca representación” la que pide que se la eche de Diputados. “Yo estaría pensando que no responden a nadie (…) debe ser algún problema de interna liberal”, señaló.
Descartó que sean simpatizantes del movimiento del diputado Carlos Portillo ya que todos los firmantes de la nota son de Asunción. “Es gente con muy poca representación. No son siquiera de movimientos importantes. Quizás sea en el marco de la interna”, reiteró.
Sobre los motivos que sostienen el pedido de pérdida de investidura indicó que no existen causales reales. Con relación a los US$ 200.000 que supuestamente pagó por su banca en el Congreso alegó que no se configura dentro de un uso indebido de influencias. “Yo era precandidata y con mi plata puedo hacer lo que quiera”, subrayó.
Explicó que no compró la banca sino que utilizó sus recursos para financiar su campaña en la interna partidaria. “Desde luego tengo que pagar yo, la que encabeza la lista”, añadió.
Con relación al tráfico de influencias para favorecer a empresas privadas la diputada indicó que lo que pidió es que el Estado pague las deudas que tiene con la Cámara Paraguaya de Alimentación Escolar (Capae). Afirmó que a estas empresas el Gobierno anterior les dejó una deuda de más de US$ 20 millones. Otra solicitud fue que se paguen las deudas con farmacéuticas. “Esa es mi labor de parlamentaria y, dentro de la Comisión Bicameral, pedir que el Estado presupueste las deudas pendientes con proveedores que luego le van a generar al Estado intereses multimillonarios”, aseveró.
Los comentarios de Amarilla fueron en respuesta a la nota en la que plantearon su pérdida de investidura, presentada esta mañana ante la Cámara Baja. En el documento los firmantes argumentaron que la diputada confesó haber comprado su banca por US$ 200.000.
Coincidentemente, fue ella quien planteó también que sus colegas Carlos Portillo (PLRA), Tomás Rivas y Ulises Quintana (ANR) sean echados del Congreso.