“Un plan de reforma que esté encabezado por Velázquez no me despierta ningún entusiasmo”, remarcó Arrúa, recordando los oscuros antecedentes de quien antes de ser diputado y ahora vicepresidente de la República, era fiscal en Alto Paraná, juntó una cantidad de sospechas por sus vinculaciones incluso con personas presuntamente ligadas al terrorismo.
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“Para qué encargarle a una persona como él, con sus antecedentes, que incluso en lo de Dinac está relacionado, hay cosas en su pasado, hay cuantas denuncias en la época”, recordó, planteando de esta manera también sus dudas sobre el motivo del presidente Mario Abdo Benítez para nombrarlo a cargo de la reforma del Estado.
“Cuando querés hacer bien las cosas, tenés que ponerles al frente a personas indubitables, que tienen una conducta intachable y si vamos a hablar de reformas del Estado, es algo demasiado delicado para ponerle como la figura a alguien que tiene demasiados motivos para que la gente dude de él”, reafirmó.
Arrúa lamentó tener que juzgar incluso a sus pares como lo hicieron hoy con Bajac, quien perdió la investidura de senadora por uso indebido de influencias, pero remarcó que la decisión era necesaria y justificada.
No obstante, destacó que en el Gobierno, así como en el caso de Velázquez, no saben cómo se mantiene otros referentes en medio de sonados casos de presunta corrupción, como es el caso del titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Édgar Melgarejo, y la presidenta de Petróleos Paraguayos (Petropar), Patricia Samudio, ambos envueltos en escándalos de presuntos negociados con licitaciones en medio de la emergencia por la pandemia de coronavirus.
Consideró “demasiado ruin, demasiado despreciable” que en estos momentos se sospeche siquiera que funcionarios intenten defraudar al Estado y en el caso de Melgarejo dijo que “a mí me sorprende que todavía no lo haya destituido, no puedo creer que todavía no haya sido destituido, hace rato que debería haberse ido”.
“La de Petropar también, la de Petropar no es el primer escándalo en el que está envuelta, hace rato que ella debería de haber rendido cuentas de lo que hace”, dijo y agregó que les preocupa igualmente el rol de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).
“Preocupa el papel que cumple Contrataciones Públicas, porque fíjense que los documentos en los cuales se basan la denuncia que hacen Rocío (Vallejo) y los demás diputados, muchos de esos documentos salen de la página de la Dirección General de Contrataciones Públicas, quiere decir que ellos levantan a su página documentos que ni siquiera controlan, entonces también eso es preocupante”, apuntó.
El plan de reforma del Estado es una iniciativa para reducir la cantidad de cargos, salarios y beneficios innecesarios en las instituciones estatales, y si bien la propuesta fue planteada inicialmente por legisladores, el Ejecutivo se sumó, tomando protagonismo, nombrando a Velázquez como cabeza de dicho proceso.