“Enviaron a dos personas portadoras del virus a un lugar que no reúne las más mínimas condiciones de seguridad en medio de un populoso barrio, generando zozobra en toda la población”, señaló el administrador comunal.
Intentamos consultar sobre el caso con la directora de la Séptima Región Sanitaria, Dra. Romina Sanabria, pero no fue posible contactar con ella.
Según los datos, se trata de una pareja de compatriotas repatriados desde Buenos Aires, quienes dieron positivo al COVID-19, y fueron trasladados para guardar cuarentena en una vivienda particular en el barrio Ko’êyú, un lugar densamente poblado, en el distrito de Obligado.
Visiblemente molesto, el intendente Amarilla cuestionó la falta de comunicación de las autoridades sanitarias y habló incluso de que se “ocultó información”. Consulté al director del Centro de salud local, Joel Paredes, me manifestó que él tampoco estaba informado de la situación.
“Instalaron una bomba de tiempo en un barrio de mucha población, cercano a otro centro poblacional también muy populoso que es el asentamiento Milagro II, sin ninguna medida de seguridad”, denunció Amarilla.
Esto no puede ocurrir, en el municipio estamos trabajando, tomamos todas las medidas para evitar la expansión del virus en la comunidad, pero resulta que las propias autoridades sanitarias envían a personas infectadas a guardar cuarentena en un sitio que no reúne las condiciones de seguridad, fustigó el intendente.
La municipalidad habilitó un centro para recibir a personas en cuarentena, una casona que está en el puerto de Obligado, a siete kilómetros del centro urbano, donde se tienen todas las condiciones de seguridad, incluso el municipio se va a ocupar de la seguridad y la logística, pero la Séptima Región no autorizó porque supuestamente está lejos de un centro asistencial, pero sin embargo habilita el CEMA como centro de cuarentena, que está a 20 kilómetros de cualquier centro asistencial, cuestionó Amarilla.
Asimismo, indicó que fue habilitado por el municipio un albergue totalmente equipado con camas, con capacidad para 35 personas, en el Club Alemán de Obligado, y la Cooperativa Colonias Unidas habilitó una suma de G. 500 millones para logística, y sin embargo no se recurrió a eso.
“Queremos saber quién es el responsable de estas decisiones que tiran por tierra todo el esfuerzo que está haciendo la comunidad, crear zozobra en la gente, e instalan una bomba de tiempo en medio de la población, sin siquiera avisar ni consultar con nadie. Yo ahora tengo a una limpiadora de la municipalidad en cuarentena, porque esta persona estuvo en contacto con personas allegadas a esa casa sin saber lo que estaba pasando”, dijo el intendente.
Finalmente, el intendente exigió que las autoridades sanitarias revean la decisión y trasladen a los pacientes a otro sitio con mejores condiciones, y aseguró que disponen en el distrito de sitios en mejor condición de seguridad donde puedan ser trasladados sin poner en riesgo al resto de la población.