“Un grupo de investigadores alemanes investiga la acción de la vacuna VCG y su impacto. La vacuna VCG estimula mucho al sistema inmune, entonces se cree que pudiera tener cierto impacto en el COVID-19. Son hipótesis que falta corroborar”, manifestó la doctora Soraya Araya.
La profesional recordó que en Paraguay, por ser un país endémico de tuberculosis, está recomendada la vacunación de VCG a los bebés, a las 48 horas de nacer.
“Se ha analizado la incidencia de COVID-19 y severidad según la cobertura de vacunación VCG en los diferentes países, los que tienen implementado versus los que no lo tienen implementado. Se encontró menor mortalidad en aquellos que lo tienen implementado. Lo que sí se sabe es que para que una vacuna salga el plazo es de entre 2 y 8 años. Como la pandemia del COVID-19 está generando mucho daño humano y económico, se están acortando los plazos en el proceso de la elaboración de la vacuna y por eso se están volcando hacia vacunas del tipo ADN y ANR, que anteriormente no existían”, sostuvo la doctora.
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Por otro lado, recordó que es importante la vacunación contra el sarampión, teniendo en cuenta que hay un rebrote de la enfermedad en los países vecinos como Argentina, Bolivia y Brasil; también hay casos en Estados Unidos y México.
“La vacuna SPR se aplica al año de nacer y a los 4 años, pero en caso de que haya un niño con más de 4 años que no esté vacunado, igual se le puede aplicar hasta los 10 años, y los adultos que no recuerden si tuvieron sarampión pueden recibir la vacuna SR, contra el sarampión y rubeola. Solo aquellos nacidos antes del año 1965 no necesitan la vacuna, porque en aquel entonces abundaban los casos de sarampión en nuestro país y tienen anticuerpos naturales”, explicó.
Dijo también que no pueden vacunarse contra el sarampión las embarazadas ni las personas que tienen inmunodeficiencias.