Dan de alta al niño sobreviviente de la tragedia de Capiatá

En esta vivienda fue atacada la familia Caballero.Lorena Aponte

El niño de 10 años que sobrevivió al ataque de un suboficial de Policía que culminó en un quíntuple homicidio en Capiatá fue dado de alta este miércoles. El menor está en buen estado de salud, pero deberá seguir un tratamiento de al menos tres meses, según confirmó el Dr. Agustín Saldívar, director del Hospital de Trauma, quien agregó además que ya su terapia psicológica será más duradera, debido al trauma.

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El Dr. Agustín Saldívar confirmó que ayer fue dado de alta el niño sobreviviente que se encontraba en más grave estado. Relató que se retiró del hospital con un corset, debido a que tiene una fractura en la columna vertebral, pero el director el Hospital del Trauma aclaró que no reviste gravedad y al cabo de tres meses su médico tratante deberá evaluar sus avances.

El pequeño estuvo internado por 16 días en total y ya esta semana comenzó su tratamiento psicológico, que según el Dr. Saldívar será mucho más largo que el físico. “Realmente todo lo que cuenta es muy impactante”, expresó el médico.

El menor había recibido cuatro impactos de bala la noche del ataque del suboficial Isidro Casco y estuvo en terapia intensiva aproximadamente una semana. El viernes pasado evolucionó favorablemente y pasó a una sala común de internación, para finalmente salir de alta ayer.

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Hoy el pequeño ya se encuentra en su casa, junto con su hermana de 18 años, quien también había estado internada por recibir un balazo en la zona mamaria. El niño fue quien más grave se encontraba, pues acusó cuatro balazos: uno en el brazo, uno en el muslo y dos en la zona torácica, que lesionaron su hígado, pulmón, cuerpo vertebral y hasta el bazo, por lo cual tuvo que ingresar a terapia intensiva.

Los hermanos son parientes políticos del suboficial que la madrugada del viernes 3 de julio irrumpió una vivienda ubicada en Capiatá para asesinar a sus suegros, a sus propios dos hijos y a la cuñada, además de herir a los dos sobrevivientes mencionados.

El policía perpetró el macabro asesinato mientras sostenía su teléfono celular, transmitiendo parte de lo ocurrido a través de una videollamada con su madre, quien se encuentra en España. Luego, se suicidó con un disparo en la cabeza. En total en esa vivienda seis personas perdieron la vida en una noche.

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Las víctimas fatales fueron los suegros del suboficial: Alberto de la Cruz Riveros Benítez (53) y Amalia Beatriz Caballero Portillo (50); sus bebés A.C.C.R. (2) y A.I.C.R. (1) y la hermana de su pareja, L. M. G. C. (16).

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