Esta mañana habló en comunicación con ABC el abogado y exlegislador convencional constituyente Emilio Camacho, respecto a la inscripción de Concordia Colorada ante el Tribunal Electoral Partidario (TEP) por parte del presidente de la República Mario Abdo Benítez y el exmandatario nacional Horacio Cartes en el marco de la “Operación Cicatriz” para las próximas elecciones municipales, que serían el año que viene.
Camacho expresó que “obviamente el Presidente no puede convertirse en un activista o en un operador político partidario”, sin embargo, aseguró que poner su nombre al anotar el nuevo movimiento de la Asociación Nacional Republicana (ANR) no representa ningún incumplimiento.
“En primer lugar hay que definir bien qué fue lo que hizo el Presidente de la República, si es inscribir a su nombre un movimiento, no violenta ninguna regla, como Presidente no puede ejercer la profesión del comercio, pero puede tener acciones, puede tener sociedades, puede cotizar en la bolsa”, indicó.
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“Lo que prohíbe la Constitución en el Art. 237 es la incompatibilidad muy puntual de ejercer cargos públicos o privados, remunerados o no. Entonces, tener la propiedad a su nombre en este caso no implica el ejercicio de un cargo público o privado, sino todo lo contrario, el ejercicio de un derecho político, es lo que yo creo”, agregó.
“Pero reitero, tener anotado un movimiento a su nombre en la Junta de Gobierno no constituye –en mi opinión– (una cuestión) violatoria del artículo 237 de la Constitución Nacional”, insistió.
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No obstante, es importante resaltar que otros juristas consideran lo contrario. Los exconstituyentes senador Eusebio R. Ayala (PLRA) y el exsenador liberal Miguel A. Saguier creen que Mario Abdo incurrió en una incompatibilidad categórica al inscribir el movimiento Concordia Colorada.
Ambos juristas argumentan justamente dicho incumplimiento en el artículo que en reiteradas veces mencionó Camacho, el 237 de la Constitución Nacional.
Cabe recordar que Mario Abdo Benítez llegó a la presidencia de la República como ferviente opositor dentro del Partido Colorado del entonces jefe de Estado, Horacio Cartes. Durante su campaña política despotricó contra la administración del gobernante y hasta lo tildó del “mayor contrabandista del país”.
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Abdo inició su gobierno alejado de Honor Colorado, pero tras un año de mandato estuvo a punto de ser destituido vía juicio político debido a la polémica acta secreta de Itaipú, firmada el 24 de mayo de 2019 entre Paraguay y Brasil. El 31 de julio el Congreso ya contaba con los votos para echar al Presidente debido a que Honor Colorado se sumó a esta iniciativa. No obstante, al día siguiente HC retiró sus votos y el juicio político quedó desactivado.
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Desde entonces hubo mayores acercamientos entre Cartes y Abdo, lo que fue conocido como la “operación cicatriz”. Si bien en varias ocasiones Abdo manifestó que “no pactaría con la impunidad”, con hechos sucesivos han demostrado el poder y las “libertades” de las que goza el expresidente, como el protocolo especial emitido por Salud para la visita del expresidente argentino, Mauricio Macri, a Cartes y la reciente boda de su hija, Sol Cartes en plena pandemia con unos cien invitados y el caso omiso que hicieron las autoridades para intervenir en el evento.
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Ahora, el “pacto” quedó legalizado con la inscripción del movimiento Concordia Colorada que nuclea a Colorado Añetete y Honor Colorado para las elecciones municipales próximas.