Desde la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) detallaron que la fuerza de trabajo o también conocida como la Población Económicamente Activa (PEA) a junio de este año llegó a un mínimo histórico de 66,7% de la población en edad de trabajar (3.390.555 personas), por efecto de la cuarentena que todavía sigue afectando a varios rubros. Incluso algunos con cierre de locales y miles de suspensiones y empleos perdidos.
Llamó la atención que la tasa de desempleo en el segundo trimestre del año fue de 7,6%, inferior al 7,9% del primer trimestre (cuando iniciaba la cuarentena) y casi en el mismo nivel que en igual periodo del año pasado.
Al respecto, el director de la DGEEC, Iván Ojeda, expresó que el desempleo abierto que afectó a 256.882 personas está sujeto a condiciones técnicas específicas, entre ellas que el mercado esté activo al momento de la encuesta y que la persona esté en búsqueda de trabajo en los últimos 7 días previos a la toma de datos.
Condiciones no se dieron
Sin embargo, estas condiciones no se dieron por las medidas de restricción que obligaron al encierro de las personas y al cierre temporal de muchas empresas, en cumplimiento de las disposiciones sanitarias. A estas personas que perdieron circunstancialmente su trabajo y que no lograron encontrar empleo por la situación temporal se agrupó en “inactivos circunstanciales”, que abarcó a 217.904 personas.
“En la peor recesión histórica de nuestra economía es un contrasentido, el desempleo abierto no se mueve”, cuestionó el economista y exmiembro del directorio del BCP Carlos Carvallo. Dado que este grupo estaría disponible para trabajar, pero no puede la tasa de desempleo económicamente relevante sería de 13,1%, refirió Carvallo desde su cuenta de Twitter.
Varios economistas se sumaron a los cuestionamientos sobre la metodología, entre ellos Carlos Fernández Valdovinos, extitular del Banco Central del Paraguay (BCP), que se refirió al tema en Twitter: “Disfrazar estadísticas lleva al descrédito, no solo de la institución, sino del gobierno todo. Lo intentó Moreno en la Argentina, manipulando los diferentes datos de manera política en el INDEC. El resultado final de ello lo sabemos todos. Evitemos repetir el mismo error (horror)”, acotó.
Dijo también que esta gente no salió del mercado de trabajo. “Una cosa es no tener voluntad de trabajar (ahí la persona sale del mercado laboral). Otra es tener ganas de trabajar, pero no pudo salir a buscar empleo por las restricciones, por enfermedad u otro motivo. Ellos son parte del desempleo”, sostuvo.
A su vez, el economista César Barreto manifestó que si hay manipulación de datos en esta encuesta se perdería lo poco que hemos ganado de credibilidad en estos años. Instó a tener cuidado con estos datos para preservar la credibilidad.
El director de la DGEEC defendió la metodología utilizada y refirió que son lineamientos que se rigen por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Citó que la subocupación por insuficiencia de tiempo tuvo un aumento, considerando que muchos de los que perdieron el empleo buscaron opciones o trabajos por cuenta propia con baja carga horaria. La subocupación afectó en el segundo trimestre a 243.324 personas.