“Estamos, como todos los años, trayendo nuestro aporte al cultivo de nuestra tradición”, dijo doña Isabel.
Este año le acompaña su nieta Eliana Tillería en las tareas de atender a la gente.
Cientos de piezas de alfarería integran la colección que se ofrece en la improvisada feria que ocupa parte del paseo central de la avenida Japón, a metros de la calle 29 de Septiembre, en el barrio Victoria.
Otro tanto es exhibido en la vereda de la casa que ocupa durante su estadía en esta ciudad, donde también dispone de un pequeño taller donde se retocan o reparan algunas piezas que sufren daños durante el transporte.
Las ventas están regulares, dijo. Una de las canteras de clientes de doña Isabel se encuentra en Posadas (Argentina), donde reside una gran cantidad de paraguayos o hijos de paraguayos ya nacidos en dicha ciudad, pero que conservan intacta la tradición familiar de armar sus pesebres navideños.
Con el cierre del puente internacional por causa de la pandemia estos seguros clientes no pueden venir. No obstante, el movimiento no es tan malo, la gente empieza a venir a comprar, pese a la crisis, aseguró.
Las opciones de precios están al alcance de los más diversas capacidades económicas.