LUQUE (Gladys Villalba, corresponsal). La zona que da la bienvenida a turistas transmite una imagen de mucha dejadez. Desde hace varios meses la autopista Silvio Pettirossi, la avenida Ñu Guasu y sus alrededores se mantienen en pésimo estado.
Las malezas crecidas y frondosos árboles dificultan ver bien el camino, incluso los carteles de tránsito. Las banquinas de la autopista están en deplorable estado, al igual que el tramo América que rodea a la terminal aérea, que está minado de baches.
Las calles adyacentes a las mencionadas, como por ejemplo General Aquino, Tte. Cnel. Ramos Alfaro, Jardín de Oro, Leonismo Luqueño, entre otras, también están calamitosas.
La zona de la ciclovía Valois Rivarola se encuentra llena de escombros, matorrales y basura.
Ayer pudimos observar que funcionarios del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) iniciaron los trabajos de limpieza, mientras que el intendente de Luque, Carlos Echeverría (colorado cartista), dijo hace unos días que se encuentran en plena conversación con la citada cartera estatal para la reparación de las vías.
Al ser consultado sobre el funcionamiento de la planta asfáltica que tiene la municipalidad luqueña, el jefe comunal señaló que la infraestructura “está en funcionamiento” y que cada año dispone de G. 5.000 millones, monto que solo permite hacer trabajos durante cinco meses. Echeverría explicó incluso que para acelerar el trabajo de reparaciones de calles, la intendencia declaró “emergencia vial” para acortar los plazos de llamados a licitación y posterior adjudicación.