El dantesco accidente ocurrió el lunes 6 de marzo de 2000, a las 05:00, aproximadamente, en el kilómetro 142 de la entonces Ruta 7 (actual ruta Py02), en el lugar conocido como Santa María Ñu, pasando 10 km. el centro urbano de Coronel Oviedo, departamento de Caaguazú.
Los vehículos involucrados fueron un ómnibus de la empresa Rápido Yguazú SA (RYSA), que venía de Ciudad del Este a Asunción, y un camión de cargas que llevaba 10 toneladas de ladrillos y tejuelones desde Tobatí hacia Ciudad del Este.
Ambos rodados se estrellaron de frente justo en el inicio de una curva.
Nunca se pudo saber con certeza cuál de ellos tuvo la culpa, porque ambos conductores murieron despedazados debido a que el encontronazo fue hacia el lado de ambos. Uno de los acompañantes del chofer del camión también falleció.
Un pasajero que sobrevivió declaró que el conductor de RYSA quedó probablemente dormido. Una pericia de Criminalística también sugirió que el bus fue el que invadió el carril contrario.
El sector izquierdo del micro fue literalmente rebanado por el camión. Todos los pasajeros que estaban sentados en esa fila murieron.
El bus quedó partido en dos sobre la ruta, y el camión de cargas se desintegró al caer al costado de la calzada.
La Policía informó al día siguiente que el saldo del percance fue de 29 muertos y 20 heridos, pero semanas más tarde moriría otra víctima.
Como se trató de la peor tragedia vial en la historia del país, un triste récord que hasta ahora no fue superado, las autoridades no estaban preparadas para semejante intervención.
El diario ABC Color describió la escena como una verdadera alfombra de cadáveres.