Muchas historias giran en torno a la “Mansión Terranova”, hasta hace poco enclavada en Zárate Isla, Luque, edificada en los años 80 y que perteneció por años a David Carvallo. Según un artículo periodístico publicado en ABC en el año 2007 y que da cuenta del abandono de varias suntuosas residencias de la zona “la extraordinaria mansión construida en el año 1980 por David Carvallo muestra aspecto de olvido total desde el año 2000. Apenas pasó un lustro de la caída de Stroessner, cuando esa monumental residencia fue embargada por el Banco Nacional de Trabajadores, en 1995, y traspasada luego al Banco Central del Paraguay. El local, situado en un predio de 12 hectáreas, tiene actualmente un cuidador y guardia de seguridad”.

Según lo investigado, no existen registros fehacientes que aseguren que la propiedad perteneció antes al dictador Alfredo Stroessner, tal como lo atribuyen algunos lugareños.

Su pasado esplendor, su ruinoso estado y las dimensiones del terreno ubicado en un camino originalmente de tierra, la convirtieron en un atractivo esotérico, especialmente para grupos de adolescentes que se proponían como meta lograr incursiones furtivas hasta la “casa embrujada”.

Ahora -según los datos recolectados- el propietario de una conocida empresa que se dedica a la venta de motocicletas habría adquirido el inmueble y sería quien ordenó la total demolición de lo construido en el lugar para que próximamente se construya un barrio cerrado.

Toda una leyenda

Algunos registros digitales aseguran que la casa fue de Alfredo Stroessner. Desde hace muchos años el lugar estaba deshabitado y era custodiado por guardias privados. Según la mitología urbana en este lugar también se llevaban a cabo torturas de los perseguidos de la época de la dictadura (1954-1989), aunque no existen registros oficiales al respecto y tampoco coinciden los tiempos de construcción. Aunque improbables, estas versiones no hicieron sino alimentar las intrigas.

Con el correr del tiempo, su majestuosidad y el halo de misterio que rodeaba a la edificación atrajeron a cientos de visitantes que incluso se animaban a ingresar a la mansión con la complicidad de los custodios, aseguran.

Aparentemente en el 2012 una conocida discoteca realizó en el lugar una fiesta de Halloween, un escenario ideal para una fiesta de terror.

Lujos

Cuenta la leyenda que la casa tenía cinco sótanos y en medio de los mismos había una gran piscina.

Por dentro -testifican- casi todo fue hecho a base de mármol. También en uno de los pisos dicen que existía un enorme salón para eventos especiales. Piezas de la época, como madera tallada; hierros macizos y torneados; escaleras en forma de caracol; además de otros lujos hacían parte de la “Mansión Terranova” o “Campus Terranova”, testificaron muchos.

Dicen que a finales de los 90 funcionó en el sitio un colegio llamado Terranova, del cual heredó su nombre la mansión. Luego de un tiempo el colegio cerró sus puertas de forma repentina.