El lugar más inseguro para las mujeres puede ser su propia casa, afirma abogada feminista

Cuando se trata de violencia intrafamiliar o violencia contra la mujer, por lo general, el espacio íntimo es el utilizado por el victimario para agredir, por lo que la casa puede considerarse el lugar de mayor vulnerabilidad, aunque no existen estudios que así lo indiquen.

LUIS ACOSTA
audima

La casa es el lugar íntimo, fuera del alcance de los ojos de los demás, donde deja de ser el entorno seguro para convertirse en el lugar de mayor vulnerabilidad para la víctima; mientras que en sitios públicos la actitud del victimario cambia por completo.

La abogada feminista Mirta Moragas manifiesta que la mayoría de los feminicidios se produce allí (en la casa) mientras que los hombres en su mayoría son ultimados por otros hombres y en otros escenarios, indicó a la 780 am.

El 43,5% de las mujeres privadas de libertad fue víctima de violencia doméstica. En el 85,5% de los casos el agresor fue su pareja, expareja o el padre de sus hijos e hijas. Archivo.

“El victimario es una persona sana, producto de una sociedad machista”

Por su parte, Diana Vargas, abogada especialista en derechos humanos, señala que no se puede dejar de lado “al otro 50%” de este flagelo, que son los hombres o victimarios a los que considera “personas sanas, producto de una sociedad machista”.

Indica que los victimarios no son enfermos, que no hay que considerarlo un loco, “si decidió prenderse fuego, esa conducta ya la tenía”, resalta.

Para Diana Vargas, no hace falta crecer en un entorno violento para convertirte en una persona violenta, ya que la sociedad misma transmite determinados mandatos, señala.

“En casa hay prácticas con los modelos de crianza, se acrecienta en la forma de ser novios, en la posesión. Son mensajes que hace que la persona en su vida adulta tenga superioridad sobre su pareja y ante cualquier intento de la otra persona de decir su parecer, por ejemplo, se da la violencia”.

Agrega que los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que el uso de tiempo libre que tienen los hombres sigue siendo superior al de las mujeres, por lo que todavía existe una brecha que no es equitativa, que es sexista. “No estamos comprometidos con la sociedad, ni en cambiar”, sostiene.

También hizo referencia a la tendencia conocida como “nueva masculinidad” donde existe mayor involucramiento del hombre en la crianza de los hijos, donde existe más demanda y equidad de las labores de cuidados, sin embargo, el machismo sigue aún muy arraigado en nuestra sociedad.

Resaltó finalmente que las circunstancias en la crianza de los niños son propicias de la conducta agresiva, que hay un contexto que transmite un estereotipo.