Un grupo de cinco ciclistas y dos acompañantes de nacionalidad paraguaya y residentes en Buenos Aires emprendió la peregrinación con destino a Caacupé el pasado sábado y, la tarde del jueves, cerca de las 19:30, llegaron a Encarnación a través del Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz.
Los ciclistas estiman que llegarán a destino el lunes. El viaje lo realizan desde hace seis años y responde a la devoción que tienen hacia la Virgen María de Caacupé, algunos para pagar las promesas cumplidas en el año y otros por tradición.
Antes de partir participaron de una misa en una ermita de la Virgen de Caacupé que tienen en el barrio donde residen en Buenos Aires. En total recorrieron 1.000 kilómetros hasta Encarnación y continuarán otros 400 kilómetros más, debido a que tomarán un camino alternativo para evitar la ruta PY01 y viajar seguros. Irán por la Ruta PY08 hasta la Ruta PY02 para seguir su camino hasta Caacupé.
Los devotos que emprenden el viaje son Pedro Pintos, oriundo de San Pedro del Paraná; Federico Benítez, de Mayor Otaño; Ramón Figueredo, de Caaguazú; César Insfrán, de Carayaó; y Jorge Paniagua, de Tomás Romero Pereira. Los acompañantes son Titi Fernández y Miguel Arandí.
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Devoción y solidaridad
El líder del grupo es Pedro Pintos, relató que hace seis años emprende el viaje por su devoción a la Virgen. Cada año lo realiza con un grupo diferente de devotos.
Explicó que no tiene una promesa específica, pero sí una gran gratitud, debido a su progreso personal y económico en el vecino país, donde se dedica a la carpintería.
“En el 2007 por ahí viajé con el sueño de vivir de la música, pero terminé dedicado a la carpintería. Hoy en día tengo negocios propios, carpinterías y salones, además de una hermosa familia”, contó Pintos.
Además, el grupo de peregrinos lleva consigo un gran cargamento de alimentos no perecederos que donarán a familias carenciadas, como acto de solidaridad y una forma de devolver a los más necesitados los favores celestiales recibidos por intercesión de la Virgen María, según explicaron.
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Piden apertura e igualdad
Por su parte, Federico Benítez explicó que, con devoción a la Virgen, viaja desde Buenos Aires en bici para pedir igualdad y que, a pesar de la discriminación, agradece las bendiciones a la Virgen de Caacupé.
Refirió que se sumó por primer año al viaje en bicicleta que realizan compatriotas con destino a Caacupé. Se animó a contar su historia y cómo fue aceptado por el grupo de devotos, a pesar de que ciertos grupos conservadores no estén de acuerdo con la homosexualidad.
Federico se casó con otro hombre, con quien comparte una relación en el vecino país, ya que está permitido en la legislación en Argentina. Destacó la apertura del grupo de compatriotas y pidió mayor comprensión en nuestro país.
“Allá hay más apertura, pero acá en nuestro país somos de mente cerrada todavía”, refirió. Además, contó que “no es fácil para los homosexuales, porque hay muchos cuestionamientos y discriminación, pero la fe y la Virgen me ayudaron mucho en este camino”, expresó.
Resaltó la importancia de fomentar la apertura dentro de la religión, que en muchos lugares abre la puerta para cumplir su fin de predicar la igualdad y el amor.