2025 cierra con un alarmante abandono del patrimonio jesuítico en Santiago.

La Casa de Indios se encuentra al borde del colapso.

SANTIAGO, Misiones. El año 2025, próximo a culminar, fue calificado como negativo debido al peligroso deterioro de las últimas riquezas y restos edilicios de la época jesuítica en el distrito de Santiago, correspondientes al período comprendido entre 1669 y 1768. La llamativa ausencia del Gobierno Nacional y de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) sería uno de los principales factores que incidieron en la pérdida progresiva de importantes patrimonios culturales santiagueños.

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Pobladores del distrito observan con impotencia el avance del deterioro de la denominada “Casa de Indios”, construida entre los años 1700 y 1750, así como de los muñones de adobe que formaron parte del antiguo templo jesuítico. Estas estructuras se ven afectadas con cada lluvia, acelerando su degradación y poniendo en riesgo su conservación definitiva.

Diversos pedidos de acciones urgentes para evitar el colapso total de estos patrimonios culturales, realizados tanto por la ciudadanía como por la Municipalidad de Santiago, derivaron únicamente en compromisos que no llegaron a concretarse. Las últimas precipitaciones provocaron una nueva caída del revoque, agravando aún más la situación.

A finales de abril pasado se hizo público el estado calamitoso en el que se encuentra la “Casa de Indios”, ubicada sobre la calle 14 de Mayo y Julia Miranda de Estigarribia. Si bien la Junta Municipal de Santiago declaró de manera inmediata la emergencia patrimonial de la estructura edilicia, hasta la fecha no se ha implementado ningún plan efectivo que permita su preservación.

El inmueble reviste un alto valor histórico para la comunidad santiagueña, ya que se encuentra situado sobre el camino que conduce a la Laguna San Isidro, antigua ruta utilizada por jesuitas y guaraníes para el traslado de adobones destinados a la construcción del templo y de otras edificaciones posteriores.

Con cada lluvia, los muñones de adobe que formaron parte del antiguo templo jesuítico van desapareciendo.

Asimismo, los muñones que formaron parte de la infraestructura del antiguo templo jesuítico continúan su progresiva desaparición con cada lluvia, al no contar con ningún tipo de protección que los resguarde. “Solo un milagro del cielo podría salvar esas ruinas de adobe, prácticamente las únicas de su tipo en toda la región que fue jesuítica; las demás que subsisten son de piedra”, señaló un poblador que prefirió mantener en reserva su identidad.

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