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El voraz incendio se habría iniciado a la 1:30. Fue sofocado por integrantes del Cuerpo de Bomberos de Horqueta, quienes lograron salvar parte del edificio.
En zapatería Carlitos se ofrecían calzados, maletines, termos forrados en cueros, balones y todos los productos elaborados de cuero y otras mercaderías. El propietario de la zapatería, Carlos Ayala, dijo que no sabe cuál sería el origen del fuego, pero todo parece indicar que se trataría de un cortocircuito.
Señaló que las llamas fundieron todas sus mercaderías, muebles como mostradores, algunas máquinas y todo el salón comercial. El perjuicio ocasionado ascendería a los G. 2.000 millones. Sin embargo, destacó la labor desempeñada por los bomberos que salvaron la vivienda de la familia.
Por otra parte, algunas personas, la mayoría comerciantes, se comprometieron a colaborar con Ayala en esta dramática situación. Califican a Carlos Ayala como una persona noble, trabajadora y servicial, porque siempre forma parte de comisiones, clubes deportivos. El propietario de la zapatería fue uno de los propulsores de la Asociación Benefactora de Jóvenes de Horqueta (Abejha), que funcionó entre finales de los años '70 y principios de los años '80 del siglo pasado.