Cuentan los que saben que hubo un pirevai ayer en el Ejecutivo porque a los “genios” de la TV estatal se les ocurrió partir pantalla en plena conferencia de prensa del Ministerio de Salud. Por un lado se le veía sonriente a Marito ejecutando un penal y en la otra pantalla Sequera decía que “estamos en el horno”.
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La primera explicación de este terrible “gol en contra” de la TV estatal es que le quieren “quemar” o poner también “en el horno” a su jefe.
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Otra opción es que los cartistas “metieron la cola” en este asunto para joderle la vida a Abdo. O directamente son unos “buches” y quisieron proyectar una imagen de felicidad del Presidente de la República en representación del pueblo paraguayo gua’u. Como en la vieja época stronista.
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Nicanor comenzó una “cacería” en la EBY para evitar que se sigan filtrando datos de sus amigos y correligionarios con altísimos salarios, que no se compadecen con la situación del país.
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“El Mariscal de la Derrota” zapatea todo cuando Llano exhibe en la sesión del Senado la galería de nuevos “barones” gracias a Nicanor.
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A todos les mira en la binacional como potables “amigos” de Llano.
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Da lástima escuchar a algunos funcionarios de Itaipú o legisladores formando fila para justificar la contratación de un prestigioso abogado para presentar una acción de inconstitucional antitransparencia.
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Evidentemente el sello de Magnolia, la pareja de “Trato Apu’a”, no pesa para nada. Entonces, ¿para qué le pagan cerca de G. 100 millones mensuales si no puede presentar por sí sola una acción ante la Corte? Esto sí es que es un “zoquetazo”.
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¿Por qué el director “Manu” Cáceres o Fabián Domínguez no quieren contarle al pueblo paraguayo cuántos millones de guaraníes nos costó el servicio jurídico? En vez de malgastar, bien se podrían comprar más insumos médicos para quienes están sufriendo hoy por inutilidad e insensibilidad de este co-gobierno colorado Abdo-HacheCé.
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Este Domínguez dijo que se trata de una “novela” la discusión de la auditoría a las binacionales. De novela es el nivel de vida que tienen ellos, pero tragedia es cómo vivimos los “comunachos”.
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Se creen los vivos. ¿Por qué no usan ese “talento” para negociar mejor la importación de vacunas?