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De más está decir que la mayoría de colorados y liberales casi a libro cerrado aprobarán el Presupuesto 2023 con fuerte condimento electoral.
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Lamentablemente una minoría cuestionará los elevados gastos que contiene el proyecto de presupuesto pero no tendrá la fuerza necesaria para revertir lo que ya está totalmente “cocinado”.
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Los legisladores quieren dedicarse ya a hacer campaña política y para muchos el estudio del plan de gastos públicos 2023 es una molestia.
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Otro grupo está agazapado para aprobar un carnaval anticipado de US$ 940 millones para 16.000 supuestos exobreros que trabajaron en Itaipú.
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El jueves intentaron incluir en el orden del día del 1 de diciembre, pero felizmente no hubo quorum. La ciudadanía debe estar atenta porque en cualquier momento volverán a intentarlo. Hay jugosas cometa$.
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El cartista-oficialista Iván Ojeda una vez más ayer realizó el intento de justificar los gastos del fracaso del Censo. Nos endeudamos por US$ 43 millones y ni el 85% -según datos oficiales- pudo censarse.
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Su conferencia de prensa fue muy tarde e inútil. En vez de perder el tiempo, deberían llegar al 100% este fin de semana. Ojeda debe ser el primero en marchar a pie por las calles del país, bajo el sol. Nunca más podrá recuperar el tiempo y el dinero perdido ese feriado a mitad de semana.
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El “carbón mojado” de Santi Peña anda calladiito. ¿Será que se cumplirá lo que tanto se rumorea y se está preparando para el “terremoto”?
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Cuentan las malas lenguas que hay muchos nervios en el clan Adorno de Alto Paraguay. Los hermanitos Mino e Hilario convocaron a los funcionarios públicos de la zona a una reunión, donde “advirtieron” de las consecuencias de no votar por el clan familiar.
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Estos buenos muchachos quieren copar todo el poder en la zona, pese a informes de la Contraloría General y denuncias ante Fiscalía sobre supuestas irregularidades en el manejo hasta de plata del covid. Eso sí, bien respaldados por grupos de supuestos “sin tierra”.