Tan solo hace unas semanas se reportaba un gran incendio en un depósito de cubiertas dentro de un puerto privado en la ciudad de Mariano Roque Alonso, donde acudieron varias autoridades como; representantes del Ministerio Público, del MADES e incluso fiscalizadores del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, coincidiendo en que dicho establecimiento carecía de elementos de prevención y gestión debida en casos de riesgo, PERO AUN SI ESTABA OPERATIVO. Este, que es tan solo uno de los tantos antecedentes en nuestro país, revela que muchas empresas, establecimientos de trabajo, carecen totalmente del sentido de la prevención y que incluso económicamente les resulta más fácil “curar” o adecuarse a los protocolos después de un siniestro.
Mientras tanto, son los trabajadores quienes deben realizar sus labores en una suerte de trampa mortal, al no tener la certeza absoluta sobre las condiciones de seguridad en sus lugares de trabajo. Volviendo al caso de la fuga de gases tóxicos, no es la primera vez que esto se reporta en una empresa de gran porte, generando un riesgo alto en la salud de los trabajadores, vistas las consecuencias de este material nocivo que afecta gravemente al sistema respiratorio y cuyo contacto directo puede producir quemaduras en la piel.
Lo interesante además, en cada caso, se relaciona con el actuar de las autoridades que no poseen un protocolo único que apliquen en estas situaciones, no existe un acompañamiento efectivo y siempre queda la duda sobre el retorno seguro de los trabajadores una vez que se disipa la atención mediática en estas empresas.
En el caso acontecido en el municipio de San Antonio, incluso se menciona que los trabajadores fueron retenidos dentro de la empresa al tiempo de la fuga, por una cuestión de protocolo, situación confirmada inclusive por la Directora de Salubridad de la Municipalidad. Aunque en principio no suena lógico que en un caso de fuga de gases tóxicos, los trabajadores deban mantenerse en el lugar, esto debe ser necesariamente abordado por el Ministerio del Trabajo, Empleo y Seguridad Social, para confirmar si estos pasos son correctos y si empresas con gran cantidad de dependientes lo pueden implementar directamente.
Para cualquier fin, puede tomarse cada uno de estos casos para hacer una suma de situaciones en donde son los trabajadores quienes terminan asumiendo las consecuencias de la falta del debido cuidado de sus empleadores. Mientras tanto, aumenta el número de denuncias que no son escuchadas, en cuanto a protocolos de prevención y seguridad, donde las autoridades aparecen después a modo de CURAR ANTES QUE PREVENIR.