La Dictadura de Francia (1813/1840) se justificó por una razón de seguridad nacional y por las amenazas a nuestra incipiente independencia. Con un salto en el tiempo, la Dictadura de Stroessner (1954/1989) se justificó por la amenaza del comunismo en un contexto de Guerra Fría (Occidente vs. Repúblicas Socialistas). Durante la transición (1989 hasta nuestros días) sufrimos varios intentos de golpe de Estado en esa intensa lucha entre dictadura o democracia y con mucha suerte seguimos gozando de la Constitución de 1992, probablemente nuestro logro más importante en la historia política del Paraguay.
Todo esto hasta el advenimiento de Lalo, tal vez el Rey Lalo y nuestra primera monarquía con sustento en el lavado de dinero. De esos verosímiles chats: “Lalo”, “Lalito”, “mi líder”, “lo que usted ordene Don Lalo” se puede inferir que Lalo tenía más poder que Francia o Stroessner, no necesitaba leer a Voltaire, Rousseau o Montesquieu ni una Constitución ni la división de poderes, él manejaba el WhatsApp a la perfección: ponía y sacaba jueces y fiscales, él proponía presidentes, él manejaba todos los estamentos sociales que sostienen una República: empresarios, ministros, diputados, senadores, ejército, policía, expresidentes.
Y en conclusión los chats de Lalo marcan nuestra historia contemporánea, tenemos una aparente, frágil y manoseada República en crisis, maquillada con la Constitución de 1992, ya que el poder está concentrado en otro estamento(la mafia). La realidad es que matan a nuestro Fiscal más valiente, amedrentan a periodistas, Lalo o cualquiera que tenga plata puede manejar los 3 poderes del Estado. Ya decía un viejo filósofo de San José de los Arroyos y Aragón: “Tanto Tienes, Tanto Vales” y esa es la ley máxima que impera hoy en día. Y nadie hace absolutamente nada. Estamos más preocupados en ir al siguiente mundial de fútbol que de salvar nuestra República.