Enfermedades, malestares y dolores permanentes son los molestos compañeros de vida de muchas personas que, por falta de confianza en la medicina tradicional o por el hartazgo de no conseguir un resultado inmediato, recurren a tratamientos alternativos y complementarios. Métodos como la homeopatía, la cromoterapia y la acupuntura forman parte del extenso grupo de técnicas opcionales que acompañan, aunque no reemplazan, a la aplicación de los conocimientos científicos.
De esta manera, según el portal digital de “El País”, la homeopatía se basa en la premisa de que una sustancia que provoca cierto efecto en un cuerpo sano, cuando se aplica en pequeñas cantidades a un organismo enfermo, posee poderes curativos. De esta manera, si se utilizan cantidades ínfimas de una potente cafeína, se obtendría un medicamento capaz de combatir el insomnio y devolver el descanso a quien lo padece.
En muchos casos, las personas recurren a esta técnica porque la consideran más natural y, por ende, menos dañina que las medicinas elaboradas en laboratorios científicos. Sin embargo, confiar demasiado en la homeopatía abre la puerta a dos posibles desenlaces: el avance de una enfermedad grave ante la ausencia de un tratamiento eficaz o la introducción de una sustancia nociva en el organismo.
Las opiniones respecto a la homeopatía se encuentran divididas entre aquellos que defienden sus diferentes vertientes y los que reclaman la falta de pruebas científicas. En el segundo grupo, se hallan las personas que asocian el supuesto éxito de este método con el efecto placebo, que se puede definir como la sensación de bienestar físico provocada por una sustancia que, en realidad, no tiene las propiedades necesarias para calmar una determinada afección.
Según un artículo publicado en la revista británica de medicina denominada “The Lancet”, un estudio elaborado por el Comité de Ciencia y Tecnología del Parlamento del Reino Unido explica que "cualquier terapia que haga afirmaciones específicas para poder tratar afecciones específicas debe tener evidencia de poder hacer esto más allá del efecto placebo".
Tanto la homeopatía como los otros tipos de tratamiento alternativos a la medicina convencional deben ser recursos que acompañen el conocimiento de un doctor capacitado, pues estos métodos no representan una cura milagrosa y efectiva. No viertas todas tus esperanzas en tratamientos meramente complementarios y ponete en manos de quienes han estudiado largos años para cuidar tu salud.
Por Belén Cuevas (17 años)