Desde un rico vori vori hasta un extraño asadito de alacranes, las gastronomías son diferentes dependiendo del país en el que te encuentres. En algunas naciones, bichos como escorpiones, arañas, saltamontes, entre otros, son considerados un manjar para el paladar.
Si a algunos paraguayos no les agrada el caldo ava o el de porotos, tampoco les va a gustar la sopa de murciélagos que se sirve en algunos restaurantes de China. Según el medio de comunicación argentino “Clarín”, en este país asiático se disfruta de una comida que tiene como ingrediente principal a un murciélago; de este platillo, se sospecha que se pudo haber originado la letal enfermedad “Coronavirus”.
En algunas ciudades como Yulín, también en China, los peludos no son los mejores amigos del hombre; pues en un festival de este pueblo, perros son sacrificados para ser degustados en un banquete. Por otra parte, en Filipinas, los patos que aún se encuentran en desarrollo dentro de un huevo, conforman un aperitivo delicioso para los pobladores.
Viajando de Asia a Sudamérica, en tierras colombianas, algunas personas se deleitan con un plato de insectos. Las hormigas “culonas” constituyen un aperitivo muy solicitado por los cafeteros.
¿Se imaginan una cerveza realizada con excrementos de animal? En Japón, una rubia espumante tiene como ingrediente principal granos de café, que han sido digeridos y defecados por elefantes.
La tierra guaraní no se queda atrás en comer insectos, pues probablemente, si le preguntamos a nuestros abuelos o padres si han comidos bichos, nos responderán, sí. Los gusanos de coco vienen en la cascara de esta fruta y poseen un sabor similar a este fruto, debido a que se alimentan del mismo.
El refrán afirma que sobre gustos no hay nada escrito y eso lo demuestran las diferentes gastronomías del mundo. Al parecer, en estos tiempos, todo bicho que camina va a parar al asador. En algunos lugares del mundo, la pobreza en épocas de crisis causó que los pobladores consumieran insectos; pero luego, los bichos ya pasaron a ser parte de su gastronomía.
Vos, ¿probarías un suculento caldo de murciélago, acompañado con una cerveza de excremento de elefante? También, ¿te animarías a comer una brocheta de alacranes en tu tereré rupa?
Por Alejandro Gauna (18 años)