Con la detención del sicario venezolano Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza, practicada el 20 de diciembre pasado en Chacao, un poblado de la zona metropolitana de Caracas, en Venezuela, se cerró el círculo de autores materiales del crimen del que en ese momento era el fiscal delegado de la unidad de Crimen Organizado del Ministerio Público de Paraguay, Marcelo Daniel Pecci Albertini.
El fiscal paraguayo fue asesinado el 10 de mayo de este año en la isla de Barú, correspondiente al municipio de Cartagena de Indias, en Colombia, en su último día de luna de miel con su esposa, la periodista Claudia Andrea Aguilera Quintana, quien una hora antes del atentado anunció su embarazo.
El propio Gobierno de Venezuela presentó en conferencia de prensa la detención del sicario Salinas Mendoza, cuya confesión fue grabada en video y difundida por las autoridades de su país.
La banda completa
En su relato, Salinas confirma que fue contratado por el colombiano ya detenido Francisco Luis Correa Galeano, alias El Monín, y que cobró 8.000 dólares por su participación en el crimen.
Salinas reconoce en el video que por órdenes de El Monín incorporó al grupo al colombiano ya condenado Eiverson Adrián Zabaleta Arrieta, alias El Negrito, y que transportó en una moto acuática a su compatriota, el también ya sentenciado Wendre Stil Scott Carrillo, alias El Guácala, quien por su parte fue el que le disparó a Marcelo Pecci.
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En su testimonio filmado, Gabriel Carlos Luis Salinas Mendioza no menciona a los colombianos condenados Marisol Londoño Bedoya y Cristian Camilo Monsalve Londoño, madre e hijo, respectivamente, por lo que se infiere que estos fueron contratados directamente por El Monín.
La ruta de escape
Como parte de su confesión, Salinas indica que tras el atentado salieron de Barú y llegaron a Cartagena, en un viaje de 45 kilómetros, y que luego con el resto de la banda se dirigieron otros 640 kilómetros hasta Medellín, para la repartija del dinero prometido por el trabajo.
Posteriormente, Salinas viajó ya solo de Medellín a Cúcuta, en un desplazamiento de 565 kilómetros, siempre en territorio colombiano, aunque finalmente huyó otros 850 kilómetros hasta llegar a Caracas, ya en suelo venezolano, donde quedó escondido en la casa de su madre (ver mapa del recorrido).
Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza fue detenido por la Policía de Chacao cuando iba como acompañante en un auto manejado por su amigo Carlos Javier Gómez Gómez, a quien conoció cuando ambos estuvieron presos en el penal de Tocuyito, a 180 kilómetros de Caracas.
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Los buscados por el crimen de Marcelo Pecci
Aunque todos los autores materiales ya están presos, ahora resta la detención de los cuatro narcotraficantes colombianos que recibieron desde Paraguay el pedido de matar a Marcelo Pecci.
Aunque estos cuatro ya están identificados, Colombia no divulgó sus identidades. En Paraguay, no hay ni pistas de los que encargaron la muerte del fiscal.