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Hoy jueves, fue día de visitas en la cárcel de Tacumbú, donde ingresaron alrededor de 12 guardiacárceles para supuestamente controlar a alrededor de 2.700 internos, a más de los visitantes, señalaron las fuentes. El resto de los funcionarios penitenciarios permanecieron en la vereda del frente exigiendo garantías para volver al trabajo, como lo están haciendo desde el último amotinamiento registrado el pasado 10 de octubre.
Representante de uno de los gremios que aglutina a un sector de los trabajadores penitenciarios, actualmente en huelga, denunció que los pocos guardias que entran a Tacumbú para trabajar deben tener la anuencia del Clan Rotela. Los funcionarios que no son del agrado de los líderes de la organización criminal no entran al penal, señaló el manifestante.
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Los guardias casi no hablan y si lo hacen se cuidan en referirse directamente al Clan Rotela por miedo a represalias, ya que la organización criminal tienen pistoleros adentro y afuera del reclusorio, señalaron los informantes.