MIAMI. “El amor, como está planteado en la cultura occidental, es un problema de salud pública”, afirma a EFE el psicólogo y escritor Walter Riso, que acaba de sumar una guía para superar la ruptura sentimental a su lista de más de 30 libros de autoayuda, que han sido traducidos a más de 20 idiomas.
Los juegos del mal amor son las relaciones que llevan a que una pareja se autodestruya en el intento de resolver problemas o mejorar la relación y se obtiene el resultado contrario. Es decir, la pareja aborta sus capacidades, se descalifica (tanto sus integrantes en manera personal, como hacia el otro), con la consecuente frustración, angustia, hipersensibilidad y con una alerta persecutoria a la posibilidad de ataque del otro. Los integrantes se encuentran inmersos en la intolerancia y las emociones de angustia, bronca y tensión que son moneda corriente en la relación.
El amor sería la emoción que especifica el ejercicio de acciones que implican la aceptación del otro en nuestra vida. Las interacciones basadas en el amor enriquecen y hacen crecer la convivencia, mientras que las interacciones basadas en la agresión destruyen la convivencia porque niegan o descalifican al otro.
El amor, como concepto abstracto, resulta muy difícil de definir. Desde poetas, psicólogos, filósofos, hasta neurocientíficos, han intentado colocar una descripción distintiva y siempre nos queda la sensación que no define al término en totalidad. Es que el amor solo puede precisarse a través de la acción, ¡lo que muestra que el amor posee una definición absolutamente subjetiva!