Pasada la Nochebuena, la efervescencia de las fiestas de fin de año todavía sigue alta. Es una época de celebración, de conclusión de ciclos y balances. Pero también es la época en que suceden la mayor cantidad de suicidios, feminicidios y episodios de violencia intrafamiliar. ¿Cómo cuidarse y cuidar a los demás de las consecuencias de este estado de exacerbación que en ocasiones lleva a decisiones y acciones extremas?
La salud individual se ve impactada por la calidad de las relaciones interpersonales. La violencia afecta no solo a quien la recibe, sino a quien comete el hecho y, en suma, a toda la sociedad. Fometar una relación sana influirá positivamente en la calidad de vida de la pareja y de la familia.
Actualmente vivimos en un mundo en el que todo transcurre con gran celeridad, principalmente en la ciudad. Los días se nos pasan corriendo detrás de fechas de entrega o metas de resultado, y sin darnos cuenta se pasó la jornada sin tomarnos un espacio para detenernos y pensar en nosotros mismos. Esto trae consecuencias como ansiedad, miedo o dificultad de conciliar el sueño.
PANAMÁ. Los trastornos mentales afectan a unos 16 millones de adolescentes en América Latina y el Caribe y hacen que las economías de la región dejen de percibir más de US$ 30.000 millones anuales al “impedir” que puedan trabajar, alertó Unicef, que pidió a los Estados una mayor inversión en el cuidado y prevención de la salud mental. Ansiedad y depresión son los trastornos más diagnosticados.
Un porcentaje “alarmante” de niños y adolescentes está sufriendo, a escala mundial, problemas de salud mental debido a la pandemia, según un estudio que estima que uno de cada cuatro jóvenes experimenta síntomas de depresión clínicamente elevados y uno de cada cinco, síntomas de ansiedad también elevados.
La doctora Mirtha Mendoza, quien por mucho tiempo fue directora de Salud Mental del Ministerio de Salud, dijo que la atención a la salud mental se hace muy urgente en tiempos de pandemia, aunque también resaltó que los problemas de sufrimiento emocional han registrado un crecimiento sostenido ya desde antes, manifestándose a través de crisis de ansiedad y depresión.