La crisis en la cárcel de Tacumbú es quizá el conflicto interno más importante en los primeros cien días de gobierno del Presidente de la República, Santiago Peña. Las declaraciones de su ministro de Justicia, Ángel Barchini, fueron la mecha que encendió la convulsión dentro de la principal penitenciaría del Paraguay. Transcurrió poco más de un mes del inconveniente, y autoridades dicen que Tacumbú aún no está controlado en un 100%.
La jueza Penal de Garantías Especializada en la lucha contra el Crimen Organizado, Lici Sánchez, explicó que pese a que el Ministerio de Justicia volvió a habilitar Tacumbú, no enviarán a más procesados a dicha penitenciaría a fin de resguardar la seguridad de los mismos y de que se cumpla realmente que cada preso quede efectivamente bajo custodia del Estado.
El viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, reconoció esta mañana que la reapertura de Tacumbú obedece a una medida para ganar tiempo, ante un sistema penitenciario al que ingresan 80 personas al día. Reconoció además que Tacumbú no está bajo control del Estado y que están evitando una guerra
En vivo desde Mburuvicha Rogá con el presidente de la República, Santiago Peña. ‘’Si resolvemos el problema de las cárceles estamos resolviendo gran parte del microtráfico en nuestra capital’', expresó.
El ministro de justicia, Ángel Barchini, negó que haya cedido al chantaje del Clan Rotela al reabrir la cárcel de Tacumbú para que ingresen más reclusos. El ministro Barchini señaló, además, que desconoce por qué los guardiacárceles siguen con la huelga de hambre, ya que existe un acuerdo firmado ante el ministerio de trabajo.
El ministro de Justicia, Ángel Barchini, dijo que publicaciones periodísticas fueron las causantes del motín del clan Rotela en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú y calificó de “medias verdades” los reportes de que el Ministerio de Justicia “cedió” a la exigencia de ese grupo criminal al volver a “abrir” Tacumbú para el ingreso de nuevas personas privadas de su libertad.