Dicen que por la boca muere el pez. También podría decirse que los presidentes “mueren” por el rastro de documentos que dejan tras de sí. Pero no hablamos de cualquier tipo de documentos, como cartas personales, sino información clasificada y altamente sensible que debería ser debidamente almacenada en los Archivos Nacionales de Estados Unidos una vez que la administración de turno abandona la Casa Blanca.
En 1982 Mecano cantaba, “Era mi oportunidad. Unos entran, otros van saliendo. Y entre el barullo, yo me cuelo dentro”. Era una estrofa de Me colé en una fiesta, uno de los numerosos temas que fueron éxitos rotundos para uno de los grupos más representativos de la música pop española. Algunos años han pasado desde entonces. Ana Torroja y los hermanos Nacho y José María Cano tomaron caminos distintos pero sus canciones aún resuenan porque en su día marcaron toda una época.
Falta poco para que Anthony Fauci se jubile, pero los ataques contra el eminente médico infectólogo son tan o más virulentos que los que sobrellevó bajo la administración de Donald Trump.
Más vale tarde que nunca. Unas semanas después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara una alerta global por el brote de la viruela del mono, la administración Biden la ha secundado con el anuncio de una emergencia nacional sanitaria. Una medida que activistas de la comunidad LGTBI y expertos médicos habrían querido se hubiera puesto en práctica antes.
No hay duda de que en las elecciones presidenciales de 2020 Joe Biden ganó. Hasta el Departamento de Justicia, entonces liderado por William Barr, un hombre cercano a Donald Trump, no encontró indicio alguno de un fraude electoral.
Desde hace un tiempo nos hemos habituado a las olas de calor extremo, pero, según los expertos, éstas cada vez son más frecuentes y con temperaturas que escalan el termómetro de manera alarmante.