El presidente de Petropar, Eddie Jara, y sus gerentes siguen desaparecidos, no se les ubica ni en la sede de la estatal de Villa Elisa desde hace varios días. Sospechosamente, evitan dar explicaciones sobre el gasoil que debe proveer la firma catarí “Doha Holding Group LLC”, ligada al hijo del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez Pérez.
La expresidenta de Petropar Petropar Patricia Samudio y su esposo José Costa Perdomo, tienen fianza personal de G. 440 millones cada uno a cambio de seguir con medidas alternativas a la prisión hasta tanto quede firme la sentencia del caso “agua tónica”. La pareja fue condenada a 4 años, y 3 años y 9 meses de cárcel, respectivamente, por lesión de confianza.
Petropar adjudicó la licitación para la instalación de “imagen corporativa” de las estaciones de servicio que operan bajo su emblema a la única oferente del llamado, por G. 15.000 millones. La estatal ya concesionó sus nueve gasolineras propias, pero derrochará el monto millonario para mejorar los servicentros de sus operadores, varios de ellos, políticos colorados.
Documentos de la sospechosa compra de gasoíl de Petropar a la firma catarí Doha Holding Group LLC, por US$ 61 millones, revelan cómo se digitó la adjudicación a la citada empresa, ligada al hijo del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez Pérez. Las conversaciones “oficiales” se registraron desde agosto, apenas unos meses después de la creación de la compañía.
La Contraloría concluyó el informe del “análisis documental” que realizó a la cuestionada adjudicación de Petropar para la limpieza de sus oficinas. La estatal benefició a la firma Faluci SA, una empresa que “funciona” en un “boliche” y que sería “de maletín” por medio millón de dólares. El ente de control encontró hechos llamativos, pero está pendiente el inicio de una auditoría.
Este sábado, 30 de noviembre, vence el contrato de la empresa catarí “Doha Holding Group LLC”, ligada al hijo del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez Pérez, pero aún no hay rastros del gasoil que debía proveer a Petropar. En la estatal ya no dan explicaciones, tampoco rescinden el contrato para reclamar la dudosa garantía de fiel cumplimiento.